Citroën ha dado un paso histórico al unirse oficialmente al campeonato ABB FIA de Fórmula E, consolidando más de 60 años de legado automotriz con una apuesta decidida por la movilidad eléctrica. Xavier Chardon, director general de la marca, destaca que esta incursión llega con la misma cultura ganadora que llevó a Citroën a dominar disciplinas como el Rally Raid, el WRC y el WTCC. Esta aventura, 100 % eléctrica y comprometida con la sostenibilidad, refleja los valores de innovación y pasión que han definido a la marca francesa. Con carreras en el corazón de las ciudades, la Fórmula E se convierte en un escaparate global para Citroën, conectando con un público joven y tecnológico mientras impulsa su visión de un futuro sostenible. El monoplaza, adornado con una icónica decoración tricolor, simboliza el orgullo francés y el savoir-faire que la marca llevará a los circuitos internacionales.
GEN3 Evo: Potencia y eficiencia al servicio de la innovación

El corazón de esta nueva etapa es el monoplaza GEN3 Evo, una joya de ingeniería que combina potencia, ligereza y eficiencia. Desarrollado sobre un chasis de fibra de carbono por Spark Racing Technology, este vehículo ultraligero (859 kg con piloto) ofrece una agilidad comparable a los monoplazas térmicos, pero con un enfoque totalmente eléctrico. Su motor entrega hasta 350 kW (470 CV), permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 1,86 segundos y una velocidad máxima de 320 km/h, estableciendo un nuevo récord en la categoría. La gran innovación radica en sus dos motores eléctricos: el trasero propulsa, mientras que el delantero regenera energía, alcanzando hasta 600 kW durante el frenado. Esto permite reutilizar cerca del 50 % de la energía consumida en un e-Prix, gracias a una batería de 47 kWh diseñada para estabilidad térmica y durabilidad.
Este monoplaza, gestado en el centro de Stellantis Motorsport en Satory bajo la dirección de Jean Marc Finot, aprovecha casi 11 años de experiencia en Fórmula E. El equipo domina el equilibrio entre potencia, eficiencia y fiabilidad, optimizando cada componente, desde los motores hasta los sistemas de gestión térmica y software. Las lecciones aprendidas en la pista se trasladan directamente a los proyectos de movilidad eléctrica de serie, mejorando baterías, inversores y estrategias de recuperación de energía. “Revivimos la pasión de Citroën en uno de los campeonatos más visionarios”, afirma Finot, subrayando el compromiso de decenas de ingenieros que fusionan ciencia y entusiasmo para posicionar a la marca en la vanguardia.
Citroën apuesta por el diseño tricolor: Estética y cultura

La decoración del GEN3 Evo es un homenaje vibrante a la identidad francesa. Diseñada por el centro de estilo de Citroën, presenta un degradado que evoca velocidad y elegancia: un rojo intenso en la parte frontal simboliza la pasión y el legado de la marca, extendiéndose en un movimiento preciso hacia un blanco inmaculado y un azul eléctrico. Esta paleta tricolor no solo rinde tributo a Francia, sino que fusiona rendimiento y sofisticación, convirtiendo al monoplaza en un ícono visual. Cada detalle, desde los chevrones inclinados hasta la precisión del degradado, refleja el savoir-faire francés, uniendo tradición e innovación en un diseño audaz que captura la atención en cada carrera.
Pilotos y liderazgo: Talento al volante y en la estrategia

Liderando este proyecto están Jean-Éric Vergne y Nick Cassidy, dos pilotos de élite con trayectorias impresionantes. Vergne, bicampeón de Fórmula E y ex piloto de Fórmula 1, aporta su experiencia y motivación para guiar a Citroën hacia el éxito desde su debut. “Es un honor ser el piloto francés de este equipo emblemático; mi objetivo es llevarnos a podios y victorias”, declara. Cassidy, subcampeón mundial en 2024-2025 y triple campeón en Japón, suma 11 victorias y 25 podios, destacando por su versatilidad. “Construir algo especial con Vergne y Citroën es un reto apasionante”, asegura. Dirigiéndolos está Cyril Blais, un veterano de la Fórmula E con un enfoque colaborativo que prioriza tecnología punta y simuladores para maximizar el rendimiento.
Un legado de 60 años que se reinventa

Citroën regresa a la competición con un historial envidiable: cinco títulos en Rally Raid, ocho en WRC y tres en WTCC. Desde la victoria del ID 19 en el Rally de Montecarlo de 1959 hasta el dominio de Sébastien Loeb con el Xsara y el DS3 WRC, la marca ha dejado huella. El ZX Rallye Raid conquistó cuatro París-Dakar en los 90, mientras que el C-Elysée WTCC arrasó en el WTCC con pilotos como José María López. Incluso el monoplaza MEP de los 60, usado en la Fórmula Azul, refleja su espíritu innovador. Ahora, la Fórmula E amplía este legado, alineándose con su compromiso de electrificación y accesibilidad, visible en modelos como el Ami y el ë-C3.
Un campeonato visionario para un futuro sostenible

La Fórmula E, 100 % eléctrica y certificada ISO 20121, encarna los valores de sostenibilidad de Citroën. Con etapas en 12 países, ofrece un escaparate global, atrayendo a un público joven, femenino y conectado, sensible a la innovación y la responsabilidad ecológica. La competición fomenta la transferencia tecnológica, desde la gestión de baterías hasta la conectividad, impactando directamente en los vehículos de calle. Con un balance de carbono neto cero y el uso de materiales reciclados, la Fórmula E es un laboratorio vivo que une pasión y progreso, un escenario perfecto para que Citroën reafirme su liderazgo.
Fotos: Citroën
































