El Certificado de Aptitud Profesional (CAP) es una de las formaciones más importantes para cualquier conductor profesional de transporte de mercancías o viajeros. Desde 2008 para los conductores de autobuses y 2009 para los de camiones, este certificado es obligatorio para poder ejercer la actividad profesional, garantizando que el conductor posee los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para realizar su trabajo con seguridad, eficiencia y respeto por el medio ambiente.
Sin embargo, el coste del curso —que puede oscilar entre los 200 y los 600 euros dependiendo del centro y la modalidad— supone una barrera para muchos profesionales del transporte. Lo que no todos saben es que es posible obtener el CAP de forma gratuita gracias a programas de subvención pública, iniciativas de formación profesional y ayudas destinadas a trabajadores en activo o en situación de desempleo.
1Qué es exactamente el CAP y por qué es obligatorio
El CAP es un certificado regulado por la Directiva Europea 2003/59/CE, implantada en España a través del Real Decreto 1032/2007. Su finalidad es profesionalizar el sector del transporte por carretera, estableciendo un estándar mínimo de formación para garantizar que los conductores comprendan la normativa de seguridad, las condiciones de trabajo, el ahorro energético y la conducción eficiente.
Existen dos tipos de CAP: el CAP inicial y el CAP de formación continua. El primero está dirigido a los nuevos conductores que desean incorporarse al sector, mientras que el segundo es una renovación obligatoria cada cinco años para mantener la validez de la certificación. En ambos casos, los cursos deben realizarse en centros homologados por el Ministerio de Transportes o por las comunidades autónomas competentes.
Sin este certificado, los conductores profesionales no pueden realizar transporte de mercancías o de pasajeros con vehículos pesados, y hacerlo puede acarrear multas que superan los 2.000 euros, además de la inmovilización del vehículo.
