¿Alguna vez has confiado en un accesorio para el coche pensando que te sacaría de un apuro… y de pronto, en el peor momento, has descubierto que no sirve para lo que creías? Es justo lo que le pasó a Carlos. En plena nevada, un control de la DGT le obligó a detenerse en la A-6 por llevar unas cadenas inadecuadas. Lo que iba a ser un simple desplazamiento laboral terminó convertido en lección.
Su historia no solo muestra lo fácil que es caer en la confusión, sino también lo rápido que la carretera te pone a prueba cuando el tiempo se complica. La escena podría haberle ocurrido a cualquiera: nieve intensa, obligación de usar cadenas y una falsa sensación de seguridad por culpa del boca a boca y la publicidad. Lo que aprendió aquel día es algo que todo conductor debería saber antes de circular en invierno.
1Cadenas textiles: ¿útiles, o falsa sensación de seguridad?
Cuando Carlos compró sus cadenas de tela, lo hizo convencido de que adquiría unas más cómodas y rápidas de instalar que las tradicionales metálicas. «Las vi en una gran superficie. Parecían fáciles de poner y todo el mundo hablaba bien de ellas», comenta. Para muchos, las cadenas textiles son una alternativa que evita los enganches, ruidos y complicaciones típicas del metal.
Sin embargo, no sabía que las cadenas de tela no siempre sirven como sustituto equivalente. Aunque pueden ser útiles en nevadas leves, la DGT recuerda que su efectividad depende del tipo de nieve, del estado del firme y del modelo específico que se utilice. Y, sobre todo, que no todas las cadenas de tela están homologadas para circular cuando es obligatorio el uso de cadenas o neumáticos de invierno.
