Bentley dejó claras sus intenciones de futuro con la presentación de la estrategia Beyond100, una hoja de ruta con la que la firma de Crewe se comprometía a convertirse en una marca completamente eléctrica. El objetivo inicial apuntaba a 2030, aunque posteriormente el calendario se ajustó hasta 2035, una decisión coherente si se tiene en cuenta que, a las puertas de 2026, Bentley todavía no comercializa ningún modelo cien por cien eléctrico.
Eso sí, prácticamente toda su gama actual recurre ya a la hibridación enchufable, una tecnología de transición que seguirá teniendo un papel relevante durante los próximos años. Dentro de esa estrategia también se establecía el lanzamiento de un nuevo modelo electrificado, ya fuera híbrido enchufable o totalmente eléctrico, cada año hasta la citada fecha.
En este contexto, ya se puede confirmar que el primer Bentley eléctrico de la historia no será una berlina ni un gran turismo, sino un SUV. Eso sí, se situará por debajo del Bentayga en tamaño, lo que no implica, ni mucho menos, que estemos ante un vehículo compacto. Basta recordar que el Bentayga, en su versión de batalla estándar, alcanza los 5,14 metros de longitud, mientras que el Bentayga EWB se estira hasta los 5,32 metros, una cifra solo superada entre los SUV y todoterrenos por modelos muy concretos como el Defender 130.
Durante un tiempo se especuló con la posibilidad de que Bentley estuviera desarrollando una variante eléctrica del propio Bentayga, hipótesis alimentada por la aparición de unas fotos espía de un prototipo camuflado bajo la carrocería de un Porsche Cayenne. Sin embargo, con el paso de los meses se ha aclarado que aquel vehículo no era una mula de pruebas del Bentayga eléctrico, sino un modelo completamente nuevo, concebido como puerta de entrada a la gama y con una longitud inferior a los cinco metros.
Aun así, conviene poner en perspectiva qué significa “compacto” cuando se habla de Bentley. El modelo más corto de su catálogo actual es el Continental GT, con 4,90 metros de largo, por lo que el futuro SUV eléctrico no se alejará demasiado de esa cifra, pese a que desde la marca se refieran a él como un modelo de enfoque urbano. En cualquier caso, seguirá siendo un vehículo grande, lujoso y con una presencia muy marcada, fiel a los estándares de la firma británica.
Estas imágenes captadas durante las pruebas invernales nos han descubierto algunos detalles, como unos faros muy diferentes a los del Bentayga y, sobre todo, un salpicadero con algunos detalles conocidos. El más llamativo es, sin duda, el mando satélite a la izquierda del volante, que adopta un estilo muy similar al estrenado en el nuevo Audi Q3. Recordemos que la firma británica, al igual que la de los cuatro aros, pertenecen al Grupo Volkswagen.
Por ahora, los datos técnicos conocidos son escasos, pero hay un elemento clave prácticamente confirmado: la base técnica. El nuevo Bentley eléctrico utilizará la plataforma PPE (Premium Platform Electric), ya empleada por modelos como los Audi A6 e-tron y Q6 e-tron, además del Porsche Macan eléctrico y, próximamente, el Cayenne. Esta arquitectura permite configuraciones de alto rendimiento, sistemas eléctricos de 800 voltios y baterías de gran capacidad.
Precisamente a partir de esta referencia se pueden extraer algunas conclusiones razonables. Frank-Steffen Walliser, consejero delegado de Bentley, ha señalado que una autonomía en torno a los 600 kilómetros es más que suficiente para sus clientes. El argumento es tan pragmático como revelador del perfil de la clientela de la marca: para trayectos más largos, muchos de ellos optan directamente por el avión. Esa cifra coincide, además, con la autonomía homologada que ya ofrecen los SUV del grupo basados en la plataforma PPE cuando equipan baterías en torno a los 100 kWh.
No obstante, no se puede descartar que Bentley mantenga en paralelo alguna variante híbrida enchufable, una solución presente en todos sus modelos actuales. De ser así, se trataría de un vehículo técnicamente distinto, al basarse en otra plataforma, lo que podría implicar diferencias notables tanto a nivel estructural como de diseño.
En cuanto a la denominación comercial, Bentley ha registrado recientemente los nombres Mayon y Barnato, lo que alimenta las especulaciones sobre cuál será la identidad definitiva del modelo. En cualquier caso, para conocer el resultado final todavía habrá que esperar. Todo apunta a que el primer Bentley eléctrico de producción no se desvelará hasta finales del próximo año, marcando así un hito clave en la transformación de una de las marcas más exclusivas del panorama automovilístico.
Galería de imágenes espía del Bentley SUV eléctrico
Fotos: SHProshots
