El reloj ya está en marcha. En apenas unos meses, los clásicos triángulos de emergencia que todos llevamos en el maletero pasarán a la historia. A partir del 1 de enero de 2026, la baliza V16 conectada será el único dispositivo autorizado por la DGT para señalizar incidencias en carretera. Este pequeño elemento luminoso, que se coloca sobre el techo del coche y envía la ubicación del vehículo a la nube de tráfico de la DGT, marcará el inicio de una nueva era en materia de seguridad vial.
Sin embargo, la transición no está siendo tan sencilla como parece. España cuenta con más de 30 millones de vehículos en circulación, y actualmente solo el 10% dispone de este dispositivo. Eso significa que en menos de doce semanas —antes de que acabe el año— millones de conductores deberán adquirir su baliza. Y los expertos alertan: si todo el mundo espera al último momento, podríamos revivir una escena similar a la de la “crisis del papel higiénico” de 2020, con colas, desabastecimiento y precios disparados.
1Una nueva obligación que revolucionará los maleteros españoles
La llegada de la baliza V16 conectada no es un simple cambio de accesorio. Es un salto tecnológico sin precedentes en la historia de la seguridad vial española. El dispositivo sustituirá a los tradicionales triángulos de emergencia, considerados obsoletos por su falta de visibilidad y el riesgo que implicaba para los conductores tener que salir del vehículo para colocarlos en la calzada.
Con la nueva baliza, bastará con encenderla y situarla sobre el techo del coche. En segundos, emitirá una luz intermitente visible a más de un kilómetro de distancia y enviará automáticamente la posición del vehículo a la plataforma DGT 3.0, que permitirá alertar al resto de conductores y servicios de emergencia en tiempo real. Una innovación que, según la Dirección General de Tráfico, reducirá drásticamente los atropellos y mejorará la gestión de incidentes en carretera.








