Natalia tiene 39 años, más de quince de experiencia como profesora de autoescuela y una habilidad especial para transmitir a sus alumnos la importancia de conducir con respeto, cabeza y prudencia. Entre señales, exámenes prácticos y maniobras en zonas industriales, asegura que hay una lección que ninguno de sus alumnos olvida jamás: la historia de Mansfield, un caso trágico que cambió para siempre la normativa relacionada con los vehículos pesados. Cada vez que alguien se acerca demasiado a un camión, ella repite el mismo nombre y, de inmediato, nota cómo el alumno se recoloca en el carril y aumenta la distancia de seguridad sin que nadie tenga que insistirle.
En un contexto en el que las carreteras están cada vez más saturadas, la convivencia entre turismos y vehículos de gran tonelaje se convierte en un elemento clave para reducir riesgos. Chocar contra un camión no es comparable a un golpe con otro coche: el peso, la altura, la visibilidad y la distancia de frenado cambian por completo las reglas del juego. Por eso, Natalia ha hecho de esa anécdota histórica una herramienta pedagógica efectiva y, según afirma entre risas, “más útil que cien diapositivas llenas de texto”. Pero tras la broma se esconde un mensaje profundo y necesario.
3La importancia de la distancia de seguridad y los ángulos muertos
Una de las lecciones que más repite en sus clases es la gestión del espacio alrededor del vehículo. “Un turismo debe tener un colchón de seguridad, sobre todo cuando circula cerca de un camión. Si no respetas esa distancia, pierdes margen de reacción y te vuelves invisible para el conductor del vehículo pesado”. Natalia recuerda que los camiones cuentan con enormes ángulos muertos: zonas donde no pueden ver absolutamente nada, por más que consulten los espejos.
Los alumnos se sorprenden cuando suben a un camión de prácticas y comprueban cómo un coche entero puede desaparecer en el lateral derecho o justo detrás. “Esa experiencia vale más que cualquier teoría”, asegura. A partir de ese momento, la distancia de seguridad deja de ser un concepto abstracto y pasa a convertirse en una necesidad evidente. Muchos reconocen que antes de las clases desconocían por completo estos puntos ciegos.








