El mundo del automóvil está en un momento decisivo. La tecnología avanza vertiginosamente y sistemas antes exclusivos de vehículos de alta gama —como los asistentes a la conducción— hoy son protagonistas en casi cualquier coche moderno. Un salto tecnológico que impacta directamente en la movilidad, incluso en la ITV, cuya función va mucho más allá de ser un simple trámite administrativo.
En este contexto, los ADAS y los ARAS emergen como actores clave. Si bien aumentan la seguridad y reducen el riesgo de accidentes, también exigen un nivel de inspección más preciso y complejo. Esta realidad ha llevado al sector de ITV a una reivindicación clara: necesitan acceso a la información electrónica de los vehículos para poder verificar su correcto funcionamiento. Y ahí se abre un debate que marcará un antes y un después para los conductores.
4El debate sobre los vehículos de movilidad personal
El Congreso Sectorial también puso otro asunto sobre la mesa: la necesidad de regular los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), especialmente los patinetes eléctricos. Valladolid ya cuenta con una ITV voluntaria para estos vehículos, lo que podría anticipar un movimiento estatal. AECA-ITV propone el modelo CONVIVE, que permitiría inspeccionarlos para comprobar su seguridad, algo que diversos organismos consideran esencial ante el aumento de accidentes relacionados con VMP.
Según los expertos, la regulación nacional debería contemplar desde la formación para conducir estos vehículos hasta las características técnicas que deben cumplir o cómo deben identificarse y registrarse. Los patinetes podrían acabar sujetos a un control técnico periódico, igual que cualquier otro vehículo que circula por la vía pública.








