No se nos ocurre ningún otro vehículo que se mueva con tanta agilidad y soltura en la ciudad, y que luego permita viajar a buen ritmo por carretera.

Publicidad

Prueba Smart ForTwo. Interior

Prueba Smart ForTwo. Exterior

Artículo anteriorPrueba Smart ForTwo. Interior
Artículo siguientePrueba Volkswagen Beetle Dune. Movimentos