El motor turbodiesel del Levante es ruidoso y áspero en frío; sin embargo, mueve el todocamino con brío y genio cuando el conductor programa el coche en modo deportivo.

Publicidad
Artículo anteriorPrueba. Maserati Levante Diésel. Offroad
Artículo siguientePrueba. Maserati Levante Diésel. Interior