Bajo su capó delantero se escondía un propulsor 6.0 V12 atmosférico que provenía de las versiones 599 GTO (de estos últimos sólo se fabricaron 599 ejemplares) y que generaban una potencia de 670 CV cuando giraba a 8.250 rpm. Semejante motor también era compartido con el exclusivo Ferrari Enzo y ofrecía 50 CV más que en los Ferrari 599 GTB