El Opel Mokka mejoraría con un selector del cambio algo más corriente que la pequeña palanca embutida entre sus asientos. El EAT8 pone el broche de oro rebajando el consumo en carretera del Mokka. Sin ser el Volkswagen de la gama que mejor acabado está, porque en este T-Roc no hay ningún plástico de tacto blando, cosa que sí sucede en el Opel Mokka, los ajustes y la solidez que transmite están un paso por encima de su adversario.