La movilidad eléctrica no avanza todo lo rápido que esperaban muchos fabricantes europeos. Este año 2024 ha sido clave en este sentido, pues no sólo no se van a cumplir las expectativas en lo que a ventas se refiere, sino que incluso podría producirse un retroceso, algo a todas luces inesperado. Un motivo que ha llevado a muchos fabricantes a replantearse su futuro, y parece que entre ellos podría estar Mercedes, con un cambio de planes respecto a su futura serie de modelos.
De hecho, la firma de la estrella alberga muchas incertidumbres respecto a una gama ‘cero emisiones’ que no termina de establecerse. Comenzando por la denominación, algo que ya hemos comprobado con su último lanzamiento, la versión 100 % eléctrica del Clase G, que no se llama EQG sino que la marca optó por ‘G 580 con tecnología EQ’. Con todo, por simplificar las cosas ante tan pocas certeza, vamos a optar por no complicar más las cosas nos seguiremos refiriendo a este modelo camuflado como EQC.
Nuestros colegas de SH Proshots han sido los encargados de nuevo de destapar este cambio al percatarse de que la unidad de pruebas, a priori una evolución de otras que ya habíamos visto con anterioridad, presentaba unas aberturas en el paragolpes delantero y la parrilla que no habíamos visto con anterioridad, lo que hace sospechar de la presencia de un motor de combustión bajo el capó delantero.

El futuro EQC/GLC podía seguir los pasos del CLA
Lo cierto es que este cambio de rumbo tampoco supone una gran sorpresa tanto en cuanto la marca alemana ya ha dado un anticipo de lo que vendrá con la tercera generación del CLA. Este modelo será el encargado de estrenar la plataforma MMA (Mercedes Modular Architecture) que fue presentada en 2020 como base para las futuras versiones eléctricas pero que, finalmente, también albergará motores de combustión electrificados.
La MMA servirá de base para los relevos de las actuales Clase A y derivados, así como el Clase B. Pero ojo, porque en su día también se dijo que su uso se extendería a las futuras versiones eléctricas de Clase C y GLC, las únicas que aún no existen como tal; cabe recordar que el primer eléctrico ‘moderno’ de Mercedes fue el EQC de 2019, un SUV basado en la primera generación del GLC.
Por el momento desconocemos en qué sentido afectaría esto a los futuros Clase C y GLC, pues en principio la arquitectura MMA tendrá motores transversales y tracción delantera, mientras que estos dos modelos representan el acceso al tradicional esquema de bloques longitudinales y propulsión trasera. De cumplirse las sospechas, parece que podría producirse un cambio de ciclo en este sentido, dejando los Clase E y Clase S como representantes de la ‘vieja escuela’.

De ser así, el prototipo de las fotos podría equipar bajo su capó delantero el nuevo propulsor 2.0 turbo que está siendo desarrollado por Horse, una empresa creada por Renault y Geely. Cabe recordar que Mercedes tiene un largo historial de colaboración con la empresa francesa en lo que a desarrollo de motores se refiere, mientras que Geely es el actual copropietario, junto a Mercedes, de la marca Smart.
Este propulsor, ya confirmado para el CLA, anuncia una potencia de 250 CV y una gran eficiencia gracias a tecnología como el funcionamiento bajo ciclo Miller, el turbo de geometría variable o la hibridación ligera a 48 voltios.
En otro orden de cosas, este prototipos monta por primera vez las luces traseras de producción, aunque aún parcialmente ocultas por el camuflaje. La llegada de este modelo, sea cual sea su denominación, está prevista para 2026.








