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En España, fabricamos muchos IRVEs o puntos de recarga para coches eléctricos, pero instalamos pocos

El 83% de los IRVEs o infraestructuras públicas de recarga de vehículos eléctricos que se fabricaron en España en 2023 se exportaron a países extranjeros. Hablamos de 294.000 unidades de un total de 354.000 fabricadas, cifras que se traducen en una facturación de 339 millones de euros, según el Anuario de movilidad eléctrica 2023-2024, presentado recientemente por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).

Así, solo el 17% de los equipos de carga de vehículos eléctricos o IRVEs fabricados por empresas españolas se queda en el país. De todos ellos, 335.000 unidades fabricadas son de baja potencia, mientras que las 19.000 restantes corresponden a cargadores de alta potencia.

A pesar de que la fabricación de estos equipos se redujo ligeramente en 2023 con respecto al año anterior, de cara a 2024, las empresas españolas de fabricación de IRVEs estiman un crecimiento del 20 % en la producción, lo que supondría alcanzar unas 425.000 unidades. Estas expectativas vienen acompañadas de la apertura de nuevos mercados como Jordania, Turquía, “países arábes” y Australia.

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Buenas noticias para los IRVEs de alta potencia

La infraestructura de recarga pública de alta potencia, capaz de suministrar más de 250 kW, aumentó en España un 90% en 2023, hasta alcanzar los 587 IRVEs –lo que no era difícil dado su precario número–, mientras que las unidades de carga rápida (de 50 kW a 250 kW) lo hicieron en un 95 %, hasta las 1.923 unidades. Así, en 2023 se instalaron 8.777 puntos nuevos, por lo que el año finalizó con 30.350 IRVEs de acceso público operativos, un 41 % más que en 2022.

Traducido en euros, la inversión en IRVEs el año pasado fue de 330 millones de euros, un 50 % más. Otro interesante dato arrojado por el estudio es que la media de uso nacional de la red pública de carga fue del 6,3 %, lo que supone 2,1 puntos porcentuales más que hace un año.

Durante la presentación, Arturo Pérez de Lucia, director general de Aedive, ha asegurado que en este momento en España hay “suficientes puntos de recarga. El que diga que no hay suficiente infraestructura de recarga en España está faltando a la verdad”, algo que, sin dejar de ser cierto, puede considerarse una verdad “a medias”, ya que sí es posible acceder a un punto de carga en casi cualquier parte de la geografía, pero con grandes limitaciones en cuento a potencia o tasa de recarga.

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Las matriculaciones de coches eléctricos crecen, pero llevamos mucho retraso

En 2022 se matricularon 139.185 vehículos electrificados, de los que 76.347 correspondieron a eléctricos puros (BEV, por sus siglas en inglés), un 46 % más, y 62.838 a híbridos enchufables (PHEV), que supusieron un aumento del 30 %.

Además, en el año anterior se vendieron en España 32.169 vehículos electrificados de ocasión y kilómetro 0, mientras que el carsharing tuvo un 86 % de electrificación y un 25 % de incremento de BEV, con 3.900 unidades.

Aedive ha alertado de la necesidad de acelerar en la movilidad eléctrica para cumplir con los objetivos del Pniec, que establece que para 2030 deberían circular por las carreteras españolas 5,5 millones de vehículos electrificados, mientras que en la actualidad hay menos de 500.000 en el parque móvil nacional.

Por último, Pérez de Lucia ha comentado que en el periodo de 2024 a 2028 “viviremos un cambio tecnológico con avances extraordinarios” en el diseño de baterías, una afirmación que deseamos fervorasamente que se cumpla pero que, como bien apuntaba Toyota hace unos meses, no va a ser tan “extraordinaria”.

“Además, llegará la recarga de megavatio, para dar respuesta también a los vehículos eléctricos pesados. Se impulsará la producción europea de vehículos más asequibles en precio y pequeños y también la fabricación aditiva, ya presente en la automoción”, ha completado Pérez de Lucia.