El Citroën C5 X es un vehículo que ha conectado con el público gracias a valores como el diseño, el confort de marcha o la eficiencia. Por eso se ha convertido en la segunda berlina del segmento D más vendida en Europa. Y en apenas un año de existencia. Ahora la marca francesa incrementa su atractivo con una nueva versión de acceso en su gama híbrida enchufable, con lo que acerca la etiqueta 0 a un mayor número de personas y sin renunciar a ninguno de los valores tradicionales de Citroën.
Hasta ahora este modelo se ofrecía con la variante Plug-in Hybrid de 225 CV. Ahora se incorpora una segunda versión, también 0 emisiones, que ofrece una potencia de 180 caballos. El sistema híbrido enchufable de esta versión recurre a un motor de gasolina de 1.6 litros, que rinde 150 caballos, y a un generador eléctrico que eroga 81 kW (110 caballos). La batería de iones de litio presenta una capacidad de 12,4 kWh (11,3 útiles) y homologa una autonomía exclusivamente eléctrica de hasta 62 kilómetros en ciclo WLTP (71 si circulamos sólo en ciudad). La velocidad máxima en modo EV no está nada mal, pues alcanza los 135 km/h.
El Citroën C5X se carga en poco más de hora y media
No hace falta instalar una wallbox en el domicilio porque con el cargador de 7,3 kW se puede cargar la pila en apenas 1 hora y 40 minutos. Si lo hacemos en una toma de 3,7 kW se duplicará ese tiempo.
La mayor virtud del C5 X Plug-in 180 CV es el atractivo coste de uso diario que nos brinda si sacamos el máximo provecho a su potencial eléctrico. De hecho su generosa autonomía EV nos permitirá movernos en el uso cotidiano con un coste aproximado de 3,5 euros cada 100 kilómetros si nos beneficiamos de las tarifas valle de las compañías eléctricas (se puede programar la carga de manera remota). Por eso el consumo medio ponderado es de sólo 1,2 litros.
La versión PHEV de 180 caballos se suma a la ya existente con 225. Con un magnífico rendimiento, destaca la autonomía eléctrica, nada menos que 71 kilómetros con la energía de la batería.
Otro punto fuerte del C5 X es su confort de marcha gracias a la suspensión Citroën Advanced Comfort Active con amortiguadores progresivos. Va como la seda por su elevada capacidad para filtrar las irregularidades del firme. Es lo más parecido a una suspensión neumática y una de las características innegociables de todo modelo de la firma francesa.
Por último destacar su generosa y avanzada dotación tecnológica del buque insignia de la marca de los dos chevrones, que permite presumir de un nivel 2 de conducción autónoma. El sistema Highway Driver Assist 2.0 combina asistentes como un cambio de carril semiautomático, recomendación de velocidad adecuada, sensor de agarre en el volante para saber si el conductor está activo, control de velocidad adaptativo con función de atascos, control del ángulo muerto, asistente de conducción en carretera, freno de seguridad activo… así como una amplia oferta multimedia.