El Raid Clásicos del Atlas no es solo una competición: es una experiencia única, una aventura a través de los paisajes más icónicos y desafiantes de Marruecos. En su 24.ª edición, esta prueba consolidada como la decana del sector, ha vuelto a demostrar por qué es una cita imprescindible para los amantes del motor. Y lo ha hecho bajo una premisa sencilla pero valiosa: nadie se queda atrás.
En este raid, cada etapa termina con una cena caliente y una cama en un hotel, algo que marca la diferencia frente a otras pruebas más espartanas. Además, el equipo organizador, con auténticos veteranos del Dakar africano, se encarga de abrir camino y supervisar el recorrido antes de cada jornada. También están ahí para rescatar a quien lo necesite cuando las cosas se complican; porque en el Atlas, complicarse es casi ley.
Y este año, vaya si se complicó. La meteorología se convirtió en el principal rival: lluvias torrenciales, tormentas inesperadas, relámpagos, viento… Condiciones más propias del Atlántico Norte que de Marruecos. La dureza de esta edición obligó a evacuar vehículos, cancelar una etapa y modificar drásticamente otra. Pero así es el espíritu del Raid Clásicos del Atlas: adaptarse, improvisar y seguir adelante.

Más allá de las adversidades en el Raid Clásicos del Atlas
Eso sí, la naturaleza también tuvo su parte amable en el Raid Clásicos del Atlas. La arena, tan temida otros años, se mostró más indulgente gracias a la humedad: compacta y firme, permitía avanzar sin las habituales trampas de las dunas. Aunque, como siempre, el exceso de confianza tuvo su precio, y más de uno acabó encallado. Afortunadamente, aquí nadie es rival cuando hace falta una mano: la solidaridad entre participantes es la verdadera esencia del raid.
Además, las reglas fomentan que así sea. Y es que esa camaradería se premia, y mucho, en la clasificación final. El Raid Clásicos del Atlas no es solo velocidad: es regularidad, navegación y trabajo en equipo. La aplicación oficial de la prueba permite a los navegantes un control preciso del recorrido, ayudando a cumplir con las medias establecidas y a no perderse en las pistas. Porque en el todoterreno, el mérito es de todos: piloto, copiloto, y a veces, hasta del tercer y cuarto ocupante.
Así fue el XXIV Raid Clásicos del Atlas
Tras una semana de carrera, los gallegos Bruno Farina e Isabel Arca, a bordo de un Land Rover Discovery, se alzaron como los mejores. Fue un tándem ejemplar, no solo por su rendimiento, sino por su actitud, ya que dedicaron gran parte de su tiempo a ayudar a otros equipos a reparar sus vehículos.

El Raid Clásicos del Atlas también es inclusivo: cuenta con categorías para todoterrenos y turismos, cada una con medias diferentes según la capacidad de cada coche y equipo. Aquí hay espacio para los que quieren ir rápido… y para los que solo buscan llegar, haciéndolo lo mejor posible y superándose a sí mismos cada día.
Y ya dejamos de hablar del pasado para centrarnos en el futuro. La próxima cita promete ser muy especial: La vigésima quinta edición se celebrará del 29 de noviembre al 8 de diciembre, coincidiendo con el puente de diciembre. Para celebrarlo, el raid abre sus puertas también a los coches modernos. Si te acabas de comprar un 4×4 o tienes uno preparado en el garaje, esta es tu oportunidad de estrenarlo en una auténtica aventura africana.
Además, ten en cuenta que cuanto antes te inscribas, más barato te va a salir. Así que no hay excusas: es el momento de vivir una experiencia única, con costes contenidos y adrenalina a raudales. Toda la información, reglamento y resúmenes de ediciones anteriores están disponibles en su web oficial. ¿A qué esperas?