Abu Dhabi acaba de ser testigo de algo que hace apenas dos años parecía imposible: seis coches autónomos de carreras -gestionados por la IA- compitiendo rueda contra rueda a más de 250 km/h, realizando adelantamientos agresivos y tomando decisiones en fracciones de segundo. Y lo más inquietante -o fascinante, según se mire- es que casi vencen a un expiloto de Fórmula 1.
La segunda temporada de la Abu Dhabi Autonomous Racing League (A2RL) es más que un espectáculo tecnológico, es la constatación de que la inteligencia artificial ya no solo conduce, sino que compite, arriesga y evoluciona a una velocidad que está dejando boquiabierto a cualquiera, incluso a los más escépticos.
En este campeonato el equipo alemán TUM (Universidad Técnica de Múnich) se alzó con el campeonato por segundo año consecutivo, aunque la victoria estuvo lejos de ser un paseo triunfal. El equipo italiano Unimore (Universidad de Módena y Reggio Emilia) les estuvo presionando durante toda la carrera de 20 vueltas, adelantándoles en la curva 6 de la segunda vuelta y manteniéndose a menos de un segundo durante más de diez vueltas.
Un espectáculo vibrante, como una carrera con pilotos
El espectáculo fue literalmente tan emocionante como las carreras con pilotos humanos en el cockpit del monoplaza: dos sistemas de inteligencia artificial luchando por posiciones a velocidades superiores a los 250 km/h, con medio segundo de separación. Para quien crea que las carreras autónomas son procesiones aburridas, esta final fue toda una lección.
El desenlace llegó cuando Unimore, intentando adelantar al sexto clasificado, colisionó con la parte trasera del coche rival en plena curva -sí, con la IA también hay accidentes- y ambos coches salieron de pista, devolviendo el liderazgo a TUM, que mantuvo la posición hasta la bandera a cuadros. A pesar del incidente, Unimore consiguió la vuelta rápida del evento.

El podio lo completó TII Racing (Emiratos Árabes Unidos) en segundo lugar y el equipo italiano PoliMOVE en tercero. Esta competición en la que han participado 11 equipos internacionales ha permitido se repartieran un premio total de 2,25 millones de dólares, con lo que la A2RL se ha convertido en una de las competiciones de coches sin piloto más lucrativas del mundo.
La IA a solo 1,58 segundos del Kvyat
Pero el momento más sorprendente de la noche llegó con el enfrentamiento Hombre vs. Máquina: Daniil Kvyat, expiloto de Fórmula 1 (Toro Rosso, Red Bull Racing), contra HAILEY, el coche autónomo del equipo campeón TUM. Las reglas eran simples: una salida lanzada con 10 segundos de ventaja para Kvyat y diez vueltas para que la IA le cazara. El resultado fue inquietante: Kvyat marcó su mejor vuelta en 57,57 segundos, mientras que HAILEY registró 59,15 segundos. Solo 1,58 segundos de separación entre ambos.
Para ponerlo en contexto: hace apenas 18 meses, en una exhibición similar en Japón durante la temporada inaugural, la brecha era de 10 segundos por vuelta. Antes de eso, cuando comenzó el desarrollo de A2RL, los coches sin piloto iban literalmente minutos más lentos que los pilotos humanos. Si se mantiene ese ritmo de mejora, la pregunta no es si este ‘cerebro tecnológico’ superará a los pilotos humanos, sino cuándo. Y ese cuándo parece estar mucho más cerca de lo que nadie imaginaba.

Los vehículos de la A2RL son Super Formula Dallara SF23 modificados, monocascos de competición real equipados con todo un derroche de sensores, cámaras, radares y sistemas LiDAR. El cerebro de cada coche procesa datos en tiempo real y toma decisiones en milisegundos. Lo fascinante es que estos sistemas no están preprogramados para seguir una línea óptima como un juego de arcade.
Los coches toman sus decisiones
Al contrario, están aprendiendo y adaptándose continuamente. Son capaces de ajustar la trayectoria según el desgaste de neumáticos, calculan puntos de frenada óptimos para cada curva, identifican oportunidades de adelantamiento y reaccionan a situaciones imprevistas (como el incidente de Unimore demuestra). Además los equipos no pueden «controlar» los coches durante la carrera. Una vez que las luces se apagan, la IA está sola, tomando cientos de decisiones por segundo sin intervención humana.
Daniil Kvyat, que compitió en 110 Grandes Premios de F1 entre 2014 y 2020, ha resumido lo que ha sentido en este reto: «Mirando atrás, cuando el desarrollo de A2RL comenzó hace un par de años, con quizás minutos entre un piloto humano y el coche de IA, luego a 10 segundos en nuestra primera exhibición el año pasado, y ahora estamos viendo rendimiento dentro de fracciones de segundo… el progreso tecnológico es asombroso».

Kvyat, que ha compartido pista con Verstappen, Ricciardo y Sainz, ahora admite que compartir asfalto con un sistema de IA «es diferente a cualquier otra cosa». La pregunta incómoda que nadie se atreve a hacer en voz alta: ¿cuánto tiempo le queda a su récord antes de que HAILEY y sus hermanas electrónicas lo pulvericen?
Imágenes Abu Dhabi Autonomous Racing League (A2RL)
Fotos A2RL














