“Cualquiera que me conozca sabe que no tengo la costumbre de comentar situaciones contractuales. He estado callado desde el primer día de esta historia, pero ahora siento que debo responder. Crecí respetando al equipo McLaren y su éxito. La nueva gerencia (Zak Brown, responsable de la organización británica) no recibe mi mismo respeto”. A Chip Ganassi parecía que el vaso de la paciencia le había rebosado. Uno de los hombres más poderosos del automovilismo en Estados Unidos, propietario del equipo de Alex Palou, emitió un escueto pero contundente comunicado el pasado sábado, antes de la última carrera del IndyCar en Indianápolis. Era la respuesta a otro sorprendente anuncio por parte de Zak Brown sobre el piloto español el día anterior. Por segundo año consecutivo, en torno a Palou parecía cernirse otra fenomenal borrasca que nublaba su futuro.
Antes, un rápido ‘flashback” a 2022. El 12 de julio, el equipo Ganassi anunciaba que ejecutaba la opción contractual por la que Alex Palou seguía con su actual equipo en 2023. La sorpresa saltaba cuando pocas horas después el propio piloto desmentía la noticia. McLaren anunciaba a continuación el fichaje de Palou, abriendo la puerta a una posible presencia en la Fórmula 1 como parte del acuerdo. Palou no estaba satisfecho con el reconocimiento económico de su título de 2021, y la oferta de McLaren era tentadora, incluyendo un sustancial acuerdo económico. Sin embargo, Ganassi demandó a su piloto y tras un procedimiento arbitral se alcanzó una solución salomónica: el español seguiría un año más con Ganassi, mientras que podría probar con McLaren en Fórmula 1, ejercía de tercer piloto cuando fuera compatible con sus obligaciones en Estados Unidos, y se dejaba tácitamente en el aire su paso al McLaren americano para competir en el IndyCar desde la próxima temporada.
Así era al menos entendido por McLaren, a tenor del sorprendente comunicado de Zak Brown a sus empleados que se hizo público tras la primera jornada de la reciente carrera en Indianápolis. “Es increíblemente decepcionante, considerando el compromiso que ha hecho con nosotros tanto directa como públicamente, y nuestra importante inversión en él en base a ese compromiso” comunicaba a sus trabajadores el americano, después de anunciar que Palou no cumpliría el acuerdo supuestamente firmado entre las partes, lamentando «el tiempo, el dinero y los recursos que se prepararon para dar la bienvenida a Alex Palou a nuestro equipo, porque creíamos en él y esperábamos ganar la IndyCar con él.
Segundo embrollo de Alex Palou en dos años
El primer obús parecía dejar a Palou en una situación pública comprometida, pero el sábado llegaba la onda expansiva de otro comunicado por parte de Monaco Increase Management, la empresa que había gestionado la carrera de Palou y sus negociaciones el pasado año. “MIM está amargamente decepcionado al conocer la decisión de Alex Palou de romper un acuerdo existente con McLaren para 2024 y más allá. Juntos habíamos construido una relación que pensamos que iba más allá de cualquier obligación contractual y culminó en ganar el IndyCar 2021, y trazar un camino hacia las oportunidades de la Formula 1. La vida continúa y le deseamos a Alex todo lo mejor para sus futuros logros”.
¿Cómo era posible que Alex Palou se viera envuelto por segundo año consecutivo en otro embrollo legal? El protagonista había reconocido el precio emocional y profesional que supuso el conflicto del pasado año ¿Realmente incumplía su contrato con decisiones que podían dañar su reputación? ¿Se avecina otro conflicto legal, ahora entre el piloto y el equipo que pugnó por él la pasada temporada, y que le proporciono varios y costosos test con los Formula 1? Pocos escrúpulos existen en el automovilismo de élite, pero el prestigio del talento no debe quedar empañado por la falta de credibilidad en los despachos. En aquellos primeros instantes se abrían todo tipo de hipótesis. ¿Rechazaba Palou el acuerdo firmado con McLaren, con dos pilotos bajo contrato en la Fórmula 1, ante una oferta de otro equipo para 2024? De hecho, al menos dos escuadras habrían sondeado sus opciones para dar el salto a la Formula 1.
Parte de las respuestas llegaban el sábado con el comunicado del propio Chip Ganassi, cuya intervención sugerían que no era la Fórmula 1 el destino de Alex Palou. La mejor defensa era el ataque. “Alex Palou forma parte de nuestro equipo y tiene contrato desde la temporada 2021. Es la interferencia de ese contrato de McLaren lo que inició este proceso (en 2022) e, irónicamente, ahora se están haciendo la víctima. En pocas palabras, la posición de McLaren IndyCar con respecto a nuestro piloto es inexacta y equivocada; sigue bajo contrato con la CGR”.
Al cerrar estas líneas no se conocían más informaciones desde ninguna de las partes. Pero era evidente que, si McLaren contaba con un contrato firmado, para Palou y su entorno la situación no era tal porque no cabe duda que habría valorado los riesgos de otra costosa batalla legal y económica. Desde la perspectiva de Ganassi, el español sí que cuenta con un compromiso distinto al que parecía insinuarse durante todo este año con McLaren. En junio, por ejemplo, realizó un test con el monoplaza de Fórmula 1, y ejercía como tercer piloto en las carreras del calendario restantes desde la terminación del IndyCar en septiembre.
Alex Palou sigue queriendo abrirse paso en la Fórmula 1
Pero por el camino ha debido cambiar el escenario. Como hipótesis Palou habría aceptado una jugosa oferta de Ganassi, acogiéndose a posible alguna clausula de rescisión en su contrato con el equipo británico, abonando una posible penalización económica. De lo contrario, otro conflicto legal podría explotar de nuevo. Porque este es uno de los factores clave de los varios todavía desconocidos: hasta qué punto Alex Palou contaba con capacidad legal para desvincularse de McLaren sin infringir un supuesto acuerdo con el equipo británico. Seguramente, en próximas fechas se conocerán más datos.
Palou ha reconocido abiertamente su intención de abrirse paso hacia la Fórmula 1 una vez que surgió la oportunidad de McLaren. Quizás, el caso de Nick de Vries le haya hecho replantearse ese salto ante la falta de un monoplaza competitivo en 2024. Sin hueco en el equipo oficial de McLaren quizás las condiciones no hayan sido suficientemente valoradas para tal cambio de rumbo, es decir, es seguir en Ganassi y Estados Unidos, donde su actual equipo es la referencia del campeonato, competitivamente todavía por encima de McLaren.
Otro dato a seguir en el futuro es la decisión de Palou o de MIM de romper sus vínculos que se remontan a sus tiempos con Adrian Campos. Es evidente que una de las partes no aceptaba las decisiones de la otra y siguen caminos separados desde ahora. Será Roger Yasukawa quien se encargará personalmente de gestionar el futuro del español. El japo/americano fue instrumental para el paso de Alex Palou desde Japón a Estados Unidos, su vínculo con Honda es sólido, así como su experiencia en el IndyCar. De hecho, el fabricante japonés apoyó a Palou en su aventura nipona y también con su salto a Dale Coyne en el IndyCar en 2020. Hasta qué punto esta nueva etapa con Yasukawa signifique un vínculo más solido con Honda -incluyendo la Fórmula 1- está por ver.
El caso de Oscar Piastri y Alpine el pasado año podría suponer una buena referencia comparativa, a falta de conocer información adicional. El equipo francés creía contar con un sólido vínculo contractual con el piloto australiano, además de haber llevado a cabo un completo programa de pruebas y adaptación a la Fórmula 1. Para descubrir a posteriori, sin embargo, que no había atado con suficiente solidez legal a Piastri, a diferencia de McLaren. Zak Brown podría haberse encontrado en una situación similar un año después, aunque a la inversa.
La dureza de las palabras que Ganassi que encabezaban este artículo se enmarcan además en la durísima rivalidad empresarial y personal entre Chip Ganassi y Zak Brown. Ambos americanos, el segundo decidió entrar en un territorio acotado por los equipos locales, y lo hizo tentando a varios pilotos de Ganassi, además de arrebatarle uno de sus principales patrocinadores. En 2022, el visceral Chip Ganassi paró el primer golpe. Parece que con este último ha dejado tambaleándose a su rival. Sin embargo, el combate por el piloto español podría no haber terminado todavía.