Dos carreras del Mundial de Resistencia 2023, sendos podios para Ferrari. La marca italiana ha vuelto 50 años después de su adiós a la disciplina que contribuyó a forjar su leyenda. Las 24 Horas de Le Mans, la carrera del Centenario, está a la vuelta de la esquina. ¿Conseguirá Ferrari su décima victoria al primer intento, después de salir de la Fórmula 1 por primera vez en cinco décadas?
La nueva era iniciada por el Mundial de Resistencia incentivó a Ferrari para salir de su burbuja de la Fórmula 1 gracias a un nuevo reglamento que permite crear coches con tecnología propia, basados en sus super deportivos o en un prototipo construido específicamente, con tecnología híbrida y costes contenidos. A mediados del pasado año, el nuevo 499P comenzó a rodar en el asfalto. En su primera aparición de las 1000 Millas de Sebring sorprendió porque logró la pole. Terminó en tercera posición con su mejor coche. En las recientes 6 Horas de Portimao, el coche número 50 (en recordatorio de otros tantos años fuera de Le Mans) ahora terminaba en segunda posición. ¿Subirá a lo más alto del podio en la edición que celebrará los cien años de las 24 horas de Le Mans, los próximos diez y once de junio?
Ferrari tiene su objetivo en las 24 Horas de Le Mans
“Comenzamos a hacer pruebas en julio (2022), pero hasta octubre fue como hacer pruebas de banco, trabajando en sistemas y controles. Cuando empezamos a tener un coche de carreras adecuado, ya era invierno». Giuliano Salvi, director de carrera de Ferrari, contaba en Portugal cómo se había desarrollado casi en tiempo récord un prototipo que está causando sensación por su temprana competitividad. Sería tan solo el enfrentamiento directo con los rivales el que pondría a Ferrari en su sitio, considerando el retraso frente a ellos para construir y poner en pista al nuevo 499P
La nueva era del Mundial de Resistencia ha atraído a Peugeot, Cadillac y Porsche, además de la fidelidad al campeonato en los últimos años de Toyota. En 2024 llegarán tres o cuatro fabricantes más. La marca italiana fue la última en debutar en la pista con su nueva máquina. De momento, solo ha sido superada por el fabricante japonés. Pero la singular naturaleza de las 24 Horas de Le Mans deja siempre abierta la puerta a cualquier sorpresa. Dado el nivel mostrado por la marca italiana en su nueva aventura, también incluso para la victoria. Lograr la victoria se convertiría en un auténtico hito histórico y mediático.
Lamborghini, Alpine y BMW van a llegar en 2024
Cuando primero Audi y luego Porsche (2017) se retiraron del Mundial de Resistencia y Le Mans dejaron el campeonato al borde de la desaparición. Solo la continuidad de Toyota permitió gestionar una complicada época de transición en la que se gestó un reglamento diseñado para atraer a los grandes fabricantes. A los antes mencionados se unirán en 2024 Lamborghini, Alpine y BMW y quizás Acura (Honda). El éxito ha sido total. Durante estos años, Toyota en solitario ha competido tanto con su LMP1 (los prototipos híbridos del reglamento anterior) como el nuevo Hypercar, solo con Alpine como rival con un monoplaza antiguo pero actualizado al nuevo reglamento. De aquí su lógica ventaja inicial ante la llegada de los nuevos rivales.
La leyenda deportiva de Ferrari se forjó realmente, no en la Fórmula 1, sino en las carreras de resistencia, donde dominaba en la década de los 50. Sus victorias en Le Mans llegaron hasta 1965, hasta que Ford desembarco en la prueba francesa para vengarse por el rechazo a al gigante americano, en medio del enfrentamiento personal entre el propio Enzo Ferrari y Henry Ford. Semejante pulso comenzó a debilitar a Ferrari, que compartía su programa con la Formula 1. La llegada de Fiat a finales de los sesenta permitió recuperar el pulso, pero nunca más volvió a ganar en Le Mans.
Una pole para Ferrari 50 años después
Tras varios años de fracasos en la Fórmula 1, la llegada de Luca de Montezemolo determinó la salida del mundo de la Resistencia y las 24 Horas, para lo que encontró el apoyo del director técnico, el mítico Mauro Forghieri. El 312PB fue el último prototipo de la marca italiana. Hasta las pasadas 1000 Millas de Sebring. Hoy, la decoración del 499 recoge la de aquel prototipo que cerró la historia de Ferrari en la resistencia y Le Mans.
Contra todo pronóstico, el italiano Antonio Fuoco logró la pole en el debut de Sebring, 50 años después de aquella despedida. Hasta en Toyota quedaron sorprendidos, como reconocerían en el equipo japonés, que se empleó a fondo para recuperar la velocidad a una vuelta y se sacó la espina en Portimao. “No es que quisiéramos ser el rey de la calificación; era solo que el coche era así”, explicaba Salvi en Portimao. El 499P había nacido muy rápido a una vuelta. Sin embargo, queda el trabajo más duro por delante. Porque en las carreras de resistencia no se trata tanto de la velocidad a una vuelta, como la media durante horas, en condiciones cambiantes de pista y ambientales y, por supuesto, con la inexcusable fiabilidad.
Toyota aún sigue dominando en esta categoría
En Sebring, Toyota logró el doblete, pero el coche de Miguel Molina, Niclas Nielsen y el propio Fuoco logró la tercera posición. Habían superado ampliamente al resto de marcas rivales. Peugeot seguía sufriendo con la fiabilidad, en un proyecto que ha comenzado con mal pie a pesar de sus medios y casi año y medio con su programa. En Porsche reconocieron que su nivel estaba lejos de aspirar a la victoria, también con la falta de ritmo y de fiabilidad para rivalizar con Ferrari y Toyota.
“Ahora buscamos ser más competitivos en las carreras”, explicaban en Ferrari antes de la última cita en Portimao. El coche número 50 mejoró uno de los objetivos del equipo tras la carrera de Sebring, la degradación. La superioridad de Toyota se mantuvo, aunque no con la misma contundencia de Sebring. El coche 51 (Guidi, Calado y Giovinazzi) sufrió el primer problema de fiabilidad en carrera. También el Toyota número 7. Molina, Nielsen y Fuoco lograron la segunda posición, y sus pilotos también son segundos en el campeonato. En Ferrari no imaginaban semejante comienzo frente a Porsche, Cadillac y Peugeot. En estos momentos, el 499 es el segundo prototipo por ritmo, consumo de neumático y fiabilidad. Y Ferrari logró pulir en Portimao los errores operativos en boxes de su carrera de debut.
El 10 de junio arrancan las 24 Horas de Le Mans
La segunda cita del campeonato, las recientes 6 Horas de Portimao fueron el pistoletazo de salida de las 24 Horas de Le Mans Centenario. Se iniciaba así una frenética carrera de fondo que terminará a las 3 de la tarde del próximo 11 de junio. A finales de abril llegan las 6 Horas de Spa, la última carrera de preparación. En mayo, todos los equipos llevarán a cabo un intenso programa de pruebas con Le Mans en mente. Porque será una de las carreras más importantes de las últimas décadas.
Toyota es, lógicamente el gran favorito para las próximas 24 Horas, en las que ha competido (con Fernando Alonso) prácticamente sin rivales de entidad desde su primera victoria en 2018. Para el fabricante nipón se trata de la oportunidad para reivindicar su capacidad para ganar (sería el sexto triunfo) a pesar de contar con grandes rivales. Sin embargo, el sorprendente nivel logrado por Ferrari en los primeros compases de su nueva aventura abre la puerta a una potencial sorpresa. Como ejemplo extremo de la singular naturaleza de las 24 Horas, conviene no olvidar que en 2016 Toyota perdía la victoria a tan solo seis minutos de terminar la prueba por una avería mecánica nimia. Porque en Le Mans, tan importante como ganar a los rivales, o antes que a ellos, es batir a la propia carrera. Ganar 50 años después, en el retorno a la disciplina que te dio la gloria, sería una historia única para Ferrari.
