De la mano de Carlos Sainz y Lucas Cruz hemos tenido un primer contacto con el Audi RS Q e-tron, la montura a lomos de la cual pretenden ganar la próxima edición del Rally Dakar. Porque como nos dijo el propio Carlos Sainz; «más allá de terminar, el único objetivo es acabar primeros». Carlos se lo toma como un reto en el que toma parte porque le «seduce» participar en el primer equipo a nivel mundial que pretende ganar el Rally a lomos de un coche eléctrico; un coche movido por electricidad pero con peculiaridades. Toda una osadía y un derroche de medios para Audi el intentar terminar una carrera tan exigente con el que es el coche más «complejo y tecnológico» al volante del cual ha participado en una prueba.
Precisamente si existe una palabra que defina la participación de Audi en la competición es innovación, pero con mayúsculas, pues merece la pena recordar muescas en su culata como la introducción de la tracción quattro en el mundial de rallies o ser la primera marca en ganar Le Mans con un bólido diésel y posteriormente con uno híbrido.
Motores de Fórmula E y DTM
Pero ahora el desafío va un paso más allá, pues lanzarse a correr el Rally Dakar con un vehículo eléctrico suena cuanto menos complicado por la dificultad para recargar las baterías en pleno desierto, problema que han solventado creando un buggy de autonomía extendida, osea que combina dos motores eléctricos, los mismos que usa en la Fórmula E, con uno de gasolina TFSi derivado del DTM cuya única misión cuando entra en funcionamiento es recargar la batería, que pesa uno 370 kilogramos y tiene una capacidad de 50 kWh.
De hecho el propio Carlos nos confesó que lo más complicado de su entrada al mundo eléctrico ha sido; «adaptarse a la importancia del software, que controla el funcionamiento de la tracción integral, al carecer de árbol de trasmisión, así como la relevancia del freno motor, clave para mantener el nivel de carga en la batería». En otros aspectos califica el comportamiento del RS Q e-tron como «brutal en materia de aceleración, sin apenas retardos entre que pisas el acelerador y sales disparado sin necesidad de cambio de marchas, contando además con un sistema de amortiguación muy similar al que empleó el año pasado y que le permite ponerlo «a su gusto».
Arranca el 2 de enero en Arabia Saudí
Destacó también la simplificación que supone el no contar con caja de cambios, que descarga de un trabajo al piloto y le permite centrarse «en la trazada y en lograr la máxima eficacia del sistema de freno motor para regenerar batería constantemente».
A menos de 100 días del inicio de la prueba destaca que les ha faltado tiempo, «algo habitual en los proyectos tan innovadores como éstos», y les ha obligado a centrarse en la fiabilidad del coche para no tener problemas en carrera.
Técnicamente la información sobre el vehículo está en el aire, a falta de confirmar detalles como la potencia final, pues se mueven en un rango entre 200 y 600 caballos en función de las circunstancias, así como el consumo de combustible y autonomía del motor gasolina o la propia autonomía de la batería, detalles que poco a poco irán viendo la luz a medida que la propia organización desvele datos como si la velocidad máxima en carrera se mantendrá en 180 kilómetros/hora como el año pasado o por el contrario se reduce a 170.
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Audi tomará parte en esta nueva edición del Rally Dakar que se correrá en Arabia Saudí entre el 2 y el 14 de enero de 2022 con tres equipos; Sainz/Cruz, Ekströn/Bergkvist y Peterhansel/Boulanger.