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El día que Jesulín de Ubrique chocó su Dodge Viper contra un Ford Fiesta

Para comenzar a tratar la historia de Jesulín de Ubrique y su icónico cohoque contra un Ford Fiesta, primero hay que hablar de Ferrari. En el mundo del automovilismo de lujo, la imagen y la reputación son tan importantes como la potencia del motor. La marca italiana es una de las más icónicas del sector, famosa por sus estrictos criterios a la hora de vender sus deportivos. Así fue como hace años atrás la empresa de Don Enzo no le quiso vender uno de sus modelos deportivos al mencionado.

En el año 2000, el torero, conocido tanto por su carrera profesional como por su afición a los coches deportivos, se encontró en el centro de la atención mediática debido a un incidente peculiar. El oriundo de Cádiz, que había intentado sin éxito adquirir un Ferrari, optó por comprar un Dodge Viper rojo y descapotable. Lo que parecía ser una adquisición ostentosa y de buen gusto pronto se transformó en un espectáculo televisivo que dio la vuelta al mundo. Durante una exhibición de su nuevo autómovil, Jesulín chocó su Viper contra un Ford Fiesta en un episodio que, más que demostrar la sofisticación de su elección, expuso su falta de destreza al volante.

Así fue el incidente que protagonizó Jesulín de Ubrique contra un Ford Fiesta

El Dodge Viper de Jesulín de Ubrique

El choque, captado por las cámaras y transmitido en los medios de comunicación, no solo reveló un accidente menor, sino que también desató una serie de comentarios y burlas en torno a la figura del torero. En el vídeo, se puede observar a Jesulín de Ubrique intentando cerrar el capó del Dodge Viper de manera poco efectiva, mientras que sus palabras, en un intento de presumir de su velocidad, se volvían objeto de chistes y memes. «¿Quiere que lo ponga a 200?», preguntaba el personaje mediático a una reportera, sin captar la ironía del momento que lo tenía en el centro de la atención.

El incidente no pasó desapercibido y, según rumores que circularon en su momento, Jesulín habría pagado una suma considerable para que el vídeo del accidente fuera eliminado. En una época en la que las tecnologías de edición y difusión de vídeos no eran tan avanzadas, hacer desaparecer un registro en vídeo no era tarea fácil, pero no imposible para alguien con los recursos necesarios. Sin embargo, el daño a la imagen del torero ya estaba hecho, y el episodio se convirtió en un recordatorio de que el estrellato y el lujo no siempre se traducen en una buena reputación o en habilidades destacadas.

Las consecuencias que sufrió Jesulín de Ubrique por el incidente con su Dodge Viper

Jesulín de Ubrique arriba de su Dodge Viper

La lección que se puede extraer de este episodio es que la imagen pública y la reputación no siempre están en manos de quienes poseen el mayor poder adquisitivo. A veces, un simple accidente puede derribar la fachada de sofisticación construida a base de lujo y extravagancia. En el caso de Jesulín de Ubrique, el choque del Dodge Viper contra el Ford Fiesta no solo le costó el desprestigio en algunos círculos, sino que también sirvió como una ilustración de qué el valor de un coche no siempre está ligado a la habilidad de su propietario para manejarlo.

Mientras Ferrari continúa su política de vender sus deportivos a clientes solventes y evitar la especulación, la historia del español y su desafortunado accidente con el Dodge Viper sigue siendo un recordatorio de que el lujo y la clase no siempre van de la mano. A veces, los coches deportivos y sus propietarios pueden ser el centro de atención no por sus logros, sino por sus errores, y en el caso de Jesulín, un pequeño choque dejó una marca indeleble en la memoria colectiva.