En la era de la tecnología avanzada, la dependencia del navegador del GPS se ha convertido en algo habitual para muchos conductores. Sin embargo, a veces estos asistentes virtuales pueden llevarnos por rutas no tan convenientes, especialmente si se está al volante de un coche de lujo como el Ferrari Roma. Imagínate dañar uno de los vehículos más destacados por seguir el mapa de tu móvil.
Valuado en alrededor de 200 mil euros, este deportivo quedó recientemente atascado en una estrecha calle italiana, en una escena que rápidamente se volvió viral en las redes sociales y que ha dejado una lección clara: no siempre hay que confiar ciegamente en lo que indica el navegador. Las imágenes son realmente sorprendentes y dolorosas para cualquier amante de los deportivos italianos.
El Ferrari Roma que terminó atrapado por culpa del navegador
El incidente fue captado en video por transeúntes y rápidamente se difundió en redes sociales, generando todo tipo de comentarios y reacciones. Muchos usuarios se burlaron de la situación, mientras otros expresaron empatía hacia el conductor por encontrarse en una posición tan complicada. El video muestra cómo el Ferrari, con su pintura impecable y líneas aerodinámicas, queda encajado entre los muros, sin poder avanzar ni retroceder sin causar daños significativos al vehículo.
Este tipo de situaciones no son tan raras como se podría pensar. Los sistemas de navegación, aunque sofisticados, no siempre tienen en cuenta detalles cruciales como la anchura de las calles o la altura de los vehículos, especialmente en ciudades antiguas y con callejones estrechos como muchas de las localidades italianas. En el caso del Roma, un coche diseñado para carreteras amplias y abiertas, las indicaciones del navegador del GPS llevaron al conductor a un callejón sin salida, literalmente.
¿Qué características tiene este Ferrari?

El Ferrari Roma, un elegante gran turismo lanzado en 2019, destaca no solo por su impresionante diseño y su poderoso motor V8, sino también por su tecnología de vanguardia. Sin embargo, en esta ocasión, su avanzado sistema de navegación se convirtió en el protagonista de una situación embarazosa. El conductor, confiado en las indicaciones del GPS, se aventuró por una angosta calle de una pequeña localidad italiana sin considerar el ancho del coche en comparación con el espacio disponible. El resultado fue que el Ferrari quedó atrapado entre las paredes de la calle, sin posibilidad de moverse sin rayar sus costosos laterales.
Más allá de los daños físicos al vehículo, el coste emocional y financiero de una situación como esta puede ser considerable. Reparar los arañazos y abolladuras en la carrocería de este deportivo no es una tarea sencilla ni económica, y el daño a la reputación de la marca y del conductor puede ser difícil de cuantificar. Para muchos, ver un coche de esta categoría atrapado en esa calle de Italia en una situación tan comprometida es un recordatorio de que incluso los automóviles más lujosos y tecnológicos no están exentos de problemas mundanos.