Hace casi 20 años, Tom Cruise, una de las mayores estrellas de Hollywood, se encontró en una situación embarazosa durante un evento de alfombra roja. El actor, que llegó en un Bugatti Veyron, tuvo dificultades para abrir la puerta del coche frente a las cámaras y espectadores. Este incidente, aparentemente trivial, fue visto por la marca como un golpe a su imagen.
La firma francesa, famosa por sus vehículos de lujo que pueden costar más de un millón de euros, no podía permitirse una imagen de falta de calidad o funcionalidad. La escena de la mega estrella de Hollywood luchando con la puerta del Veyron se convirtió en un momento viral, y desde entonces, según varios medios, la marca decidió prohibirle la compra de sus coches nuevos.
Bugatti puso a Tom Cruise en su lista negra
Este tipo de reacción no es única en el mundo de los automóviles de lujo. Marcas como Bugatti y Ferrari son conocidas por mantener listas negras de personas a las que no se les permite comprar sus vehículos nuevos, independientemente de su estatus o riqueza. Para estas marcas, la preservación de su imagen es más importante que cualquier venta individual.
En el caso de Bugatti, la situación de Tom Cruise fue vista como un ataque a su reputación, y la empresa no dudó en tomar medidas drásticas para proteger su marca. De esta manera, el protagonista de Misión Imposible no podrá utilizar algún otro modelo de esta marca francesa. Deberá usar su fortuna para ir por otros caminos como puede ser Rolls-Royce o Lamborghini.
Ferrari sigue el camino de Bugatti
Pero Bugatti no es la única marca que toma medidas para proteger su exclusividad. Ferrari, otra marca icónica en el mundo del automóvil, también es conocida por sus estrictas políticas de venta. Se dice que la marca italiana mantiene una lista negra de clientes potenciales, incluidos famosos como Floyd Mayweather y Jenson Button, quienes están prohibidos de comprar ciertos modelos de la marca.
La razón detrás de estas restricciones es asegurar que los vehículos de la empresa del Cavallino Rampante mantengan su valor y prestigio, evitando que sean maltratados o utilizados de maneras que la marca considere inapropiadas. Uno de los casos más conocidos de esta política de exclusividad fue el del DJ y productor musical Deadmau5, quien repintó su 458 Italia con un diseño inspirado en el meme de Nyan Cat. No solo desaprobaron la modificación, sino que también amenazó con acciones legales por lo que consideraron un daño a su propiedad industrial.