El Alfa Romeo Canguro, un prototipo vanguardista concebido en los años 60, es una obra maestra que sigue siendo recordada y celebrada casi seis décadas después de su presentación. La idea de crear este modelo surgió tras los éxitos deportivos del Alfa Romeo Giulia TZ (más información), lo que impulsó a la marca a querer llevar sus virtudes dinámicas y prestaciones excepcionales a las carreteras comunes. En este contexto, Alfa Romeo encargó a las prestigiosas casas de diseño Bertone y Pininfarina la tarea de desarrollar prototipos para un nuevo automóvil de serie.
El resultado del encargo de Bertone fue el Alfa Romeo Canguro, presentado en la 51 Edición del Salón del Automóvil de París, donde recibió una ovación prácticamente unánime tanto de la crítica como del público.
Este prototipo destacaba por su carrocería de fibra de vidrio, diseñada por el joven y talentoso Giorgetto Giugiaro, quien ya había demostrado su habilidad con el Alfa Romeo Giulia Sprint en 1963. Las líneas suaves y sinuosas del Canguro, junto con un parabrisas y ventanillas integradas armoniosamente sin interrupciones, conformaban un diseño dinámico y vanguardista que capturaba la atención.
Uno de los aspectos más innovadores del Canguro era su superficie acristalada. Por primera vez, las lunas del coche estaban pegadas a la carrocería, una característica que hoy es común en los vehículos modernos. El diseño del Canguro no dejaba ningún detalle al azar, incluyendo la zaga aerodinámica ‘Coda Tronca’, presente en el actual Alfa Romeo Junior, y los aireadores interiores inspirados en el emblemático ‘quadrifoglio’.
Alfa Romeo Canguro con 170 CV
Bajo el capó, el Alfa Romeo Canguro contaba con un motor de 4 cilindros acoplado a una caja de cambios manual de 5 velocidades, ofreciendo una potencia impresionante de 170 CV a 7500 rpm. Como era habitual en los vehículos de la marca italiana de esa época, era un automóvil de propulsión trasera.
La base del Alfa Romeo Canguro era el revolucionario chasis tubular del Alfa Romeo Giulia TZ. Con esta base, Bertone y Giugiaro llevaron a cabo un ejercicio de estilo que era tanto vanguardista como estético, sin considerar limitaciones técnicas o industriales. Sin embargo, esta misma innovación y audacia fueron las que impidieron que el Canguro se convirtiera en un modelo de producción en serie.
Grave accidente en Monza
Poco después de que se descartara su paso a la producción, el Canguro sufrió un aparatoso accidente durante un rodaje publicitario en la Curva Parabólica del Circuito de Monza. Bertone, con gran pesar, decidió no reconstruirlo debido al enorme esfuerzo y tiempo que requeriría: unas 15.000 horas de trabajo para devolverlo a su estado original. Así, el destino del Canguro parecía estar sellado.
A pesar de este trágico giro de los acontecimientos, el legado del Alfa Romeo Canguro perduró. Sus innovaciones, especialmente en el tratamiento de las superficies acristaladas, influyeron significativamente en los diseños de Bertone en los años siguientes.
Elementos del diseño del Canguro, como las tomas de aire horizontales al final de la aleta delantera, se convirtieron en características distintivas de los coches de Bertone durante mucho tiempo. Además, muchos de los elementos estéticos y técnicos del Canguro sirvieron como base para el prototipo Alfa Romeo Montreal, presentado en la Exposición Universal de Montreal en 1967 y comercializado en la década de los 70.
Alfa Romeo Canguro, restaurado y premiado
En cuanto a los restos del Alfa Romeo Canguro, estos fueron adquiridos por un entusiasta alemán y posteriormente cambiaron de manos hasta llegar a un coleccionista japonés. Con el respaldo del Museo Alfa Romeo, el coche fue meticulosamente restaurado, lo que permitió que viviera una segunda juventud en el prestigioso Concurso de Elegancia de Villa d’Este, donde fue premiado en 2005.
El Alfa Romeo Canguro no solo es un símbolo de la creatividad y la innovación de su tiempo en la marca italiana, sino también un recordatorio de la influencia duradera de estos conceptos en el diseño automotriz. Su historia, aunque marcada por la tragedia, es también una celebración de la resiliencia y la pasión de aquellos que se dedican al arte del automovilismo.