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Señoras y señores: Esto era lujo sobre cuatro ruedas en los años ‘80

El Citroën CX25, un clásico coche de lujo francés de mediados de los años 70 y 80, sigue capturando la imaginación de los entusiastas del automóvil incluso hoy en día. Este vehículo, vendido hasta 1991, es conocido por su diseño distintivo y peculiaridades únicas, y solo una pequeña cantidad llegó a los EE. UU., lo que lo hace aún más intrigante para los aficionados. Lo primero que llama la atención en este automóvil es su volante, un diseño único con un solo radio centrado en la parte inferior que emerge del tablero.

Esta idea no solo proporciona una vista despejada de los indicadores, sino que también está diseñado para centrarse automáticamente, lo cual puede requerir un tiempo de adaptación para los conductores. Debido a esta configuración, todos los controles del limpiaparabrisas y de las luces de giro están en el tablero, lo que significa que los conductores deben recordar apagar manualmente las luces de giro, ya que el volante no lo hace automáticamente.

¿Qué característica tenía este coche de lujo de los 80′?

El Citroën CX25 también presenta peculiaridades en sus controles internos. La bocina, por ejemplo, se activa mediante un botón en el lado derecho del volante en el tablero, una ubicación inusual comparada con la configuración estándar en otros vehículos. La radio, colocada en la consola central y orientada hacia el conductor, obliga a los pasajeros a operar los controles al revés.

Bajo el capó, el CX25 alberga un motor turbo de cuatro cilindros que desarrolla 170 CV, una cifra modesta pero suficiente para su época. El motor está situado en una posición adelantada, en parte para dejar espacio a la rueda de repuesto en el compartimento del motor cerca del parabrisas. La aerodinámica del Citroën es otro aspecto notable, con una forma de lágrima y un paso de rueda trasero cubierto, características diseñadas para reducir la resistencia.

Fue la inspiración de otros coches de lujo

Fue la inspiración de otros coches de lujo

Este diseño innovador fue un precursor de otros vehículos modernos como el Honda Clarity. Aunque la forma del hatchback es distintiva, la tapa del maletero es en realidad la parte inferior del hatchback, proporcionando un espacio de carga comparable al de una camioneta normal. Fue algo muy llamativo para su época y dejó detalles que otras marcas tomaron.

Sin embargo, la característica más destacada del Citroën CX25 es su suspensión hidroneumática, que permite elevar el coche mediante un mando en la consola central. Esta tecnología ofrece una conducción excepcionalmente cómoda sobre baches y aumenta significativamente la distancia al suelo, además de ser autonivelante. Los expertos elogian la suavidad de marcha proporcionada por esta suspensión, a pesar de que la aceleración del coche podría considerarse deficiente para los estándares modernos.