El nuevo Hyundai Kona cuenta con versiones de gasolina, híbridas y eléctricas. En todas ellas se ha buscado lograr la máxima eficiencia, así como un elevado rendimiento, rompiendo los paradigmas tanto de los vehículos de motor térmico como de los 100 % eléctricos.
El nuevo Hyundai Kona acaba de llegar al mercado. Se trata de la segunda generación de un modelo encuadrado en el segmento SUV-B que se caracteriza por un diseño vanguardista tanto en el exterior como en lo que respecta a su arquitectura, ya que Hyundai ha planteado el vehículo partiendo de una plataforma desarrollada para adoptar sistemas de propulsión eléctricos, frente a la generación precedente, que nació sobre una plataforma convencional (diseñada para motores de combustión), por lo que su versión eléctrica se adaptó a esta arquitectura. Aquí ha sido al contrario y se nota al analizar su eficiencia.
Todo lo aprendido por el Hyundai Kona eléctrico, el Ioniq 5 y otros modelos vanguardistas como el Nexo ha permitido a Hyundai desarrollar un vehículo compacto altamente eficiente que ofrece sistemas de propulsión basados en motores de combustión con o sin hibridación ligera, híbridos eléctricos y eléctricos puros, con transmisiones manuales o automáticas y tracción delantera o total.
Hyundai Kona eléctrico: Hasta 218 CV y 490 km de autonomía
Así que si hablamos de eficiencia, el protagonista indiscutible de la gama es el Hyundai Kona eléctrico, que está disponible en dos versiones. La versión estándar combina un motor eléctrico de 114,6 kW (155 CV) y 255 Nm con una batería de polímero de litio que ofrece una capacidad de 48,4 kWh.
La versión de gran autonomía del Hyundai Kona eléctrico dispone de un motor aún más potente y de una batería de mayor capacidad. Así, su rendimiento alcanza los 160 kW (218 CV), con un par máximo de 255 Nm. Por su parte, la batería encargada de alimentarlo ofrece 65,4 kWh de capacidad, lo que se traduce en una autonomía estimada, en ciclo WLTP, superior a los 490 kilómetros, muy por encima de las cifras que hasta ahora se consideraban habituales en su segmento.
Hyundai ha previsto además que el Kona eléctrico ofrezca una capacidad de recarga líder en su clase. Para ello, emplea una arquitectura eléctrica compatible con tensiones de 400 voltios, lo que permitirá recargar la batería del 10 % al 80 % en apenas 41 minutos empleando un cargador rápido.
Asimismo, el Hyundai Kona eléctrico contará con la funcionalidad V2L (Vehicle to load), gracias a la cual el vehículo puede suministrar electricidad de su batería allá donde se encuentre, con una potencia aparente de 1,3 kVA, ya sea a través del conector de carga (que es bidireccional) como a través de una toma de corriente ubicada a tal efecto en el interior del vehículo.
Hyundai Kona 1.6 T-GDi: 198 CV y 265 Nm
No obstante, si hablamos de rendimiento, el elegido es el Hyundai Kona 1.6 T-GDI. En este caso, bajo el capó encontramos un motor de inyección directa de gasolina, cuatro cilindros, 16 válvulas, 1,6 litros y sobrealimentación mediante turbocompresor. Se trata de un moderno motor de aluminio que desarrolla 198 CV y 265 Nm, acoplado a un cambio de marchas automático de doble embrague.
Con este propulsor, el Hyundai Kona puede disponer de tracción delantera o total, así como del acabado N Line, que se ofrece en toda la gama, independientemente de su sistema de propulsión.
Sus prestaciones son las de un modelo de corte inequívocamente deportivo, con un paso de cero a 100 km/h en 7,8 segundos y una velocidad punta de 210 km/h, todo ello sin que el consumo se dispare, ya que el Kona más potente y prestacional se conforma con 6,4 litros cada 100 km en ciclo combinado WLTP, demostrando que eficiencia y rendimiento pueden ir de la mano.