Pero Ferrari no sólo se conforma con incorporar un corazón más poderoso. También utiliza en su construcción (es de suponer que el chasis lo seguirá compartiendo con el 488 GTB) materiales más ligeros y con las diferentes opciones para aligerarlo, este Ferrari F8 Tributo se queda en unos contenidos 1.330 kilos. Y eso son 40 kilos menos que su antecesor. Esta combinación de 720 CV con los 1.330 kilos da como resultado un verdadero bólido que puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 2,9 segundos, pero que en apenas 7,8 segundos alcanza los 200 km/h. Ferrari firma una velocidad máxima de 340 km/h.