La octava generación del Toyota Camry aterriza en los Estados Unidos con tres propulsores, todos ellos de gasolina. La gama comienza con un 2.5 VVT-i de cuatro cilindros y atmosférico que puede generar 210 CV de potencia y 252 Nm de par motor. Si necesitamos más prestaciones, la firma nipona nos propone un potente 3.5 V6 VVT-i con 310 CV de potencia y 362 Nm de par motor. Estas dos mecánicas están asociadas a una nueva transmisión automática de 8 velocidades y envían todo su potencial a las dos ruedas delanteras.