Desde 1953, Seat fabricaba sus coches en la planta de la Zona Franca de Barcelona. Pero en 1993, después de 34 meses de obras y con una inversión de 244.500 millones de pesetas (1.470 millones de euros) trasladó la producción a la planta de Martorell, situada a unos 30 kilómetros de la anterior. Esta planta tiene más de 2.000 robots que ensamblan la estructura del coche. Y de sus líneas de montaje salen unos 2.300 automóviles al día, es decir, uno nuevo cada 30 segundos.