Este deportivo Hyundai i30 N Performance esconde un corazón 2.0 T-GDI al que los chicos de RaceChip mejoran su electrónica. Por 599 euros lo consiguen hacer pasar de 275 a 313 CV de potencia, mientras que gracias a los especialistas de HJS, instalan un nuevo sistema de escape que le da el último empujón para alcanzar los 320 CV. Además su sonido gana enteros.