El Rolls Royce Phantom Celestial es una unidad ideada por el departamento de personalización Bespoke en cuyo interior hay repartidos nada menos que 446 diamantes. El toque diferenciador lo pone su Starlight, el techo interior, decorado en este caso con 1000 puntos de fibra óptica que simulan el cielo de Goodwood la medianoche del 1 de enero de 2003, cuando se hizo entrega del primer Phantom de esta generación.