Semejante criatura nace de la base de un todopoderoso Mercedes-AMG G63, cuya carrocería luce un exclusivo color denominado Moonbeam Silver con acabado mate. Todo ello contrasta con acentos en Liquid Black Chrome, un paragolpes delantero revisado, tomas de refrigeración más contundentes que las originales, estribos retráctiles, elementos acabados en fibra de carbono o con unas sensacionales llantas de 24 pulgadas Cross Spoke que son forjadas.