Y es que al igual que el iris o que una huella dactilar, la voz puede ser utilizada como una identificación biométrica única para cada persona. El proceso comienza con la grabación del cliente pronunciando una frase, por ejemplo, ''conduzco un Ford''. Posteriormente se convierte en un patrón en forma circular y se adapta para construir las muescas de dicha tuerca, además de su correspondiente llave de seguridad. La tuerca y la llave se fabrican de una sola pieza.