El nuevo SsangYong Tívoli estrena un moderno motor diésel de 115 caballos que, sin grandes alardes, le permite moverse con solvencia a buen ritmo con un consumo interesante. No es un motor ruidoso en exceso y tampoco sus vibraciones van a molestar mucho a los pasajeros. Eso sí la suspensión, más bien firme y con un eje trasero menos elaborado en las versiones de tracción delantera, ofrece buen aplomo en zonas viradas, pero se vuelve seca, rebotona e incómoda cuando el asfalto se descompone.