El nuevo Peugeot 508, que llega tras el verano y en el que, salvo el nombre, todo cambia. Destaca su aerodinámica carrocería con portón posterior y puertas laterales sin marco, el progreso en materia de calidad y tecnologías, o un rendimiento general estupendo. Una vez sentados en el puesto de conducción veremos que la visibilidad a través del cristal posterior no es su mejor virtud, pero el habitáculo nos recibe con un agradable panorama, pues el asiento delantero es comodísimo y sujeta bien el cuerpo, la calidad general percibida está a gran nivel (cuero, madera y refinados plásticos mullidos por todas partes) y hay una amplitud razonable.