Los ingenieros de Mazda para este MX-5 RF han creado un techo de aluminio de tres piezas, que se puede quitar o poner pulsando un botón en 13 segundos. Sólo es operativo hasta una velocidad de 10 km/h y no se acciona desde la llave. La ligereza ha seguido siendo vital, hasta el punto de que sólo lastra con 40 kilos frente a los de techo de lona, por lo que las prestaciones, los consumos o el comportamiento dinámico permanecen prácticamente invariados, independientemente de que optemos por el motor 1.5 o el 2.0, con 131 o 160 CV respectivamente.