El nuevo Fiat 500e es un jabato en la ciudad por su recortado tamaño, su respuesta ágil y su maniobrabilidad, pero también satisface en autovía y, sobre todo, en carreteras de curvas, pues pasa por ellas como por raíles y con un balanceo evidente pero que no afecta a la trayectoria ni a la motricidad del eje delantero.