La planta de Ford en Almussafes (Valencia), cuya actividad permanece parada por la crisis del coronavirus, se ha reconvertido para comenzar a fabricar mascarillas de protección para uso sanitario. 15 trabajadores en tres turnos producen en las impresoras 3D un total de 300 unidades cada día en colaboración con la Generalitat Valenciana y el proveedor Servofluid.