Los especialistas de AC Schnitzer han decidido que el BMW M8 tiene poca potencia y por ello han lanzado al mercado un paquete de mejoras que convierten al coche alemán en una bestia más bestia si cabe. La gestión electrónica del vehículo se ha modificado para que su motor 4.4 V8 TwinPower Turbo rinda 720 CV (en lugar de los 600 de fábrica), cuenta con nuevos muelles para la suspensión que permiten rebajar la altura libre al suelo 20 mmm delante y en 15 mm detrás además de un sistema de escapes deportivos que montan válvulas para controlar el sonido. Todo esto se une a los ya típicos cambios estéticos en splitter, faldones o alerón que en este caso están fabricados en fibra de carbono.