Tesla se aleja de las pruebas de colisión estándar a los que organismos como EuroNCAP o NHTSA someten a sus vehículos para analizar la seguridad de los mismos cuando se lanzan al mercado. Y es que no hay dos colisiones idénticas, de forma que en sus instalaciones de Estados Unidos son capaces reproducir todo tipo de percances, analizando colisiones en diferentes zonas del vehículo y contra automóviles de lo más variopintos. Y así también sacan sus propias conclusiones sobre la seguridad de sus baterías.