En Australia es donde tiene su cuartel general los chicos de Race Cast Engineering, quienes tienen la extraña afición de modificar de forma considerable los motores LS V8 de General Motors. Tanto es así, que esa ha sido la base para crear esta mecánica a la que han añadido cuatro cilindros y elevado su potencia hasta los 9,7 litros.

Este motor tiene un bloque de fundición de aluminio, admisión personalizada, árboles de levas y cigüeñal a medida… Y su gestión electrónica la ha desarrollado el especialista Haltech ECU.

Cuando funcionaba de forma atmosférica, presumía de generar 700 CV, pero ahora le han instalado cuatro turbocompresores Garrett GT3582R, que seguro le ayudan a superar holgadamente los 1.000 caballos de potencia.