No debe ser fácil cambiar a un triunfador y por eso en Volkswagen no se han dejado nada para esta nueva generación del T-Roc, un modelo que sigue teniendo objetivos de lo más ambicioso. Para conseguirlos, Volkswagen democratiza las innovaciones de sus hermanos mayores. Nueva plataforma compartida con el Tiguan, electrificación de la gama, acabados premium o tecnologías de vanguardia son sus armas.
Desde su debut en 2017, el T-Roc ha sido el compañero perfecto para más de dos millones de propietarios que encontraron en él una combinación ideal entre practicidad urbana y espíritu aventurero. Ahora, con 292.000 unidades vendidas solo el año pasado, este crossover se prepara para escribir un nuevo capítulo de su historia de éxito, que le ha llevado a ser el segundo SUV más vendido de Volkswagen a nivel mundial, solo por detrás del Tiguan.

La hibridación ligera es la clave
En la nueva familia del T-Roc hay una apuesta clara por la electrificación, algo de lo que carecía el pimer modelo. Ahora, la firma alemana introduce exclusivamente motorizaciones híbridas ligeras eTSI de 48V que marcan el fin de la era de los motores puramente térmicos en este modelo. Los dos corazones mecánicos disponibles en el momento del lanzamiento representan un equilibrio perfecto entre eficiencia y prestaciones. El eTSI 1.0 de 116 CV (85 kW) se presenta como la opción ideal para conductores urbanos que valoran la economía sin sacrificar la respuesta dinámica, mientras que el eTSI 1.5 de 150 CV (110 kW) satisface las demandas de quienes buscan una experiencia de conducción más dinámica, con prestaciones superiores.

Ambas mecánicas se acoplan exclusivamente a la transmisión DSG de doble embrague de 7 velocidades, una asociación que garantiza cambios imperceptibles y una respuesta instantánea que caracteriza la experiencia de conducción Volkswagen moderna. Además, más adelante, la gama se ampliará con la incorporación de la tracción integral 4MOTION en el motor 2.0 TSI, que ampliará las perspectivas para aquellos conductores que demandan una mayor versatilidad en cualquier terreno.
Una de las decisiones claves de Volkswagen ha sido basar el nuevo T-Roc en la plataforma MQB evo, la misma arquitectura avanzada de la que parten modelos superiores como el Tiguan o el Tayron. Esta estrategia de «transferencia tecnológica descendente» permite que innovaciones tradicionalmente reservadas para segmentos premium lleguen al alcance de un público más amplio, sin comprometer la rentabilidad o la calidad.

La plataforma MQB evo no es simplemente una base estructural; es un ecosistema tecnológico que permite la integración de sistemas de asistencia inteligentes, optimización aerodinámica avanzada y preparación total para futuras evoluciones hacia la electrificación completa. Es, en esencia, la democratización del progreso técnico que Volkswagen ha perfeccionado durante décadas.
Diseño evolucionado, sin ruptura con lo anterior
Si en la parte técnica hay un cambio radical, en el diseño se han enfrentado al desafío complejo de evolucionar un éxito consolidado sin que haya una ruptura total con lo anterior. La solución ha sido muy inteligente, pues se han mantenido los elementos de ADN más característicos mientras se reinterpretan completamente las secciones frontal y trasera.

El icónico «stick de hockey», esa distintiva franja plateada que recorre el vehículo desde el pilar A hasta el D, permanece como firma visual inconfundible, pero ahora se integra en un contexto estético completamente renovado. Los hombros musculosos sobre los arcos de rueda traseros, otra seña de identidad del T-Roc original, se han esculpido con mayor definición y presencia, otorgando al vehículo una postura más atlética.
Las proporciones alargadas, con 122 milímetros adicionales de longitud total y 28 milímetros extra de batalla, no solo mejoran la habitabilidad interior sino que contribuyen a una presencia en carretera más imponente y elegante. Es un crecimiento calculado que optimiza tanto la funcionalidad como la estética.
La revolución viene con las luces

Hay también una revolución lumínica que merece un capítulo aparte. Los faros Matrix LED IQ.LIGHT opcionales representan la vanguardia absoluta en tecnología de iluminación, ofreciendo una luz de carretera de altas prestaciones que se adapta inteligentemente a las condiciones de tráfico y climáticas.
La barra LED transversal que conecta ambos faros no es solo decorativa, se complementa perfectamente con el logotipo VW iluminado, creando una firma nocturna inmediatamente reconocible. En la zaga, el diseño de iluminación alcanza cotas de sofisticación similares, con una barra LED continua en toda la anchura total del vehículo y culmina con el emblemático logo iluminado en rojo.

Quizás sea en el habitáculo donde la evolución del T-Roc resulta más impactante. Volkswagen ha conseguido crear un ambiente muy especial introduciendo materiales, tecnologías y niveles de acabado que tradicionalmente se reservaban para modelos de mayor precio. El tablero de instrumentos revestido en tela con estructura de tejido de nuevo desarrollo crea inmediatamente una sensación de calidez y sofisticación que recuerda más a un salón premium que transforma completamente la percepción de calidad del habitáculo.
Máximo confort en el interior


La innovadora iluminación ambiental a través de superficies de cuero sintético perforadas es un precedente absoluto en la historia de Volkswagen que por primera vez incorpora este nivel de sofisticación lumínica en un modelo de volumen, creando ambientes nocturnos personalizables.
Los asientos ergoActive disponibles en la versión Style representan otro ejemplo de transferencia tecnológica inteligente. Con ajuste eléctrico de 14 posiciones y función de masaje integrada, elevan el confort de viaje a niveles tradicionalmente asociados a marcas y modelos premium. Todo ello, además, marcado por un punto de sostenibilidad que recuerda el compromiso de Volkswagen. El T-Roc establece un precedente industrial al incorporar un 20 por ciento de materiales plásticos reciclados en su construcción. Esta cifra, equivalente a hasta 40 kilos de materiales reutilizados hace de este modelo el Volkswagen más sostenible jamás fabricado en términos de economía circular.

Y tecnológicamente, la apuesta de la marca alemana no se deja nada al azar, sobre todo en elementos de seguridad y ayudas a la conducción, donde además de los revolucionarios Travel Assist o Park Assist Pro, se puede destacar el sistema de advertencia de apertura de puertas que añade una capa adicional de seguridad que protege tanto a ocupantes como a otros usuarios de la vía, demostrando cómo la tecnología puede contribuir activamente a reducir accidentes en entornos urbanos.
La estrategia de equipamientos del nuevo T-Roc refleja un entendimiento profundo de las necesidades de distintos perfiles de conductor. Desde la versión base centrada en funcionalidad y precio, hasta la deportiva R-Line con suspensión adaptativa y estética agresiva, pasando por las equilibradas Life y la tecnológica Style, cada configuración responde a motivaciones específicas de compra.

La disponibilidad de pintura bicolor desde la versión Life democratiza una opción de personalización tradicionalmente exclusiva, mientras que la nueva paleta cromática introduce tonalidades vibrantes como el Canary Yellow y el Celestial Blue metalizado que reflejan una marca más atrevida y expresiva.
Más allá de sus méritos individuales, el nuevo T-Roc representa la visión de Volkswagen sobre el futuro inmediato del automóvil. Es un vehículo que abraza la electrificación sin renunciar al placer de conducir. La segunda generación del T-Roc –que llega en noviembre al mercado– no es solo la evolución de un éxito comercial; es la materialización de la visión Volkswagen sobre cómo debería ser el SUV compacto perfecto en 2025: inteligente, sostenible, tecnológico y, sobre todo, genuinamente deseable.
Arsenal tecnológico



El nuevo T-Roc democratiza la seguridad incorporando de serie un completo arsenal de sistemas que hasta hace poco eran exclusivos de segmentos superiores. Es la filosofía de la marca alemana de llevar la tecnología de arriba a abajo, en este caso desde el Touareg, Tiguan o Tayron. Entre las tecnologías de serie que ofrece el T-Roc destaca el Front Assist con detección inteligente de peatones y ciclistas, el Lane Assist para mantener la trayectoria, y el innovador Side Assist que incluye tanto asistente de cambio de carril como advertencia de apertura de puertas.
Y además, el T-Roc ofrece avanzados dispositivos que se incorporarán en función del nivel de equipamiento. Entre ellos destacan poderosamente dos funciones: el Travel Assist Evolucionado y el Park Assist Pro, que llevan la ‘automatización’ a niveles superiores.
La nueva generación del Travel Assist representa un salto cualitativo en conducción semiautónoma. El sistema no solo gestiona el cambio de carril automático en autopista a partir de 68 km/h, sino que anticipa situaciones de tráfico con inteligencia casi humana. Cuando detecta una curva pronunciada, muestra el mensaje «Curva próxima» y adapta automáticamente la velocidad. En caso de emergencia, puede desviar el vehículo al arcén activando las luces y bocina si detecta falta de respuesta del conductor.
Quizás la innovación más espectacular que propone la marca alemana sea el Park Assist Pro con función de memoria. Este sistema aprende y memoriza hasta cinco maniobras de aparcamiento diferentes en recorridos de hasta 50 metros. Una vez memorizada la ruta, el T-Roc puede aparcar completamente solo al reconocer la ubicación. Más impresionante aún: mediante la aplicación móvil específica, es posible aparcar y desaparcar el vehículo por control remoto desde el exterior, una tecnología que debuta en el segmento compacto tras estrenarse en el Touareg.
Imágenes nuevo Volkswagen T-Roc
Fotos: Volkswagen









































