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El paso por el taller puede inutilizar los sistemas de asistencia ADAS

Los sistemas de asistencia a la conducción ADAS son cada vez más numerosos y salvan muchas vidas al año. Eso es algo indudable. El problema es que muchos conductores se olvidan, después de comprar su coche, de su perfecto mantenimiento, o comprobar que están bien recalibrados tras efectuar una reparación.

Los ojos de los ADAS están en el parabrisas

Muchas de las cámaras y radares que porta nuestro coche están ubicados en el parabrisas. Este debe tener una aseada limpieza para que funciones correctamente las cámaras. Se trata de los verdaderos ojos del vehículo, que analizan y miden todo el entorno de seguridad. De su perfecto funcionamiento depende que actúen adecuadamente sofisticados sistemas, como la frenada autónoma de emergencia que evita colisiones con otros vehículos o atropellos de personas o ciclistas.

Seguridad ADAS

Muchos conductores no saben que si tienen que reemplazar un parabrisas dañado deberían hacerlo en un taller homologado para poder recalibrar los sistemas con precisión. Es el caso de instalaciones como Carglass u otras similares. Acudir a cualquier taller tiene su peligro y, en muchas ocasiones, lo barato nos puede salir muy caro.

Entre las propuestas que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) realizó al Parlamento Europeo con el objetivo de maximizar los beneficios de los sistemas ADAS antes de su implantación obligatoria, estaba el “asegurar procesos transparentes de calibración para que los sistemas ADAS mantengan su eficacia con el paso del tiempo”.

Y es que la causa más común por la que los sistemas ADAS pueden sufrir fallos de funcionamiento es porque sus cámaras y sensores no hayan sido recalibrados, o esa operación se haya hecho de un modo incorrecto.

Una perfecta recalibración de las cámaras

Los sistemas ADAS necesitan de ‘ojos’ que vean lo que sucede alrededor del coche y recojan esa información para hacer un reconocimiento fiable del entorno y que los sistemas de seguridad puedan actuar en consecuencia. Esos ‘ojos’ son cámaras y sensores, la mayoría de los cuales están instalados en el parabrisas.

Cuando se sustituye un parabrisas hay que desmontar las cámaras del cristal roto y montarlos en el nuevo. Una vez instalados, estos sistemas han de ser recalibrados por profesionales con la formación, experiencia, metodología, instalaciones y tecnología adecuadas.

Recalibración sistemas ADAS.

Parece obvio que un coche con los sistemas ADAS mal recalibrados puede provocar una colisión o un atropello, pues el sistema no puede calcular bien las distancias ni el tiempo y potencia de frenado.

Ojo a la hora de pintar los paragolpes

No se queda ahí la cosa. Quizás no te hayas planteado nunca que la sustitución o deterioro de los paragolpes también puede convertirse en una pesadilla En esos elementos están instalados los radares de precisión que vigilan nuestro entorno. Si están sucios o golpeados ya va mal. Sin embargo, hay un factor en el que no solemos caer por desconocimiento: la pintura.

Pintura y sistemas ADAS.

Además de las tendencias cromáticas de moda, un menor impacto medioambiental y de mejoras en los procesos de fabricación, hay otro aspecto que ha cobrado una vital importancia en el color de un coche: las propiedades físicas de la pintura.

Un exceso de pintura minimiza la seguridad

La necesidad de reflectividad de los sensores LiDAR y de transmisividad de radar, está imponiendo límites a los colores y a los pigmentos que se pueden usar en los revestimientos exteriores de los vehículos. Y es que numerosos estudios han demostrado que determinadas pinturas interfieren en la transmisión de señales del radar y del LiDAR, afectando al funcionamiento de los sistemas de seguridad ADAS.

Christoph Lauterwasser, Director del Centro de Tecnología de Allianz Center for Technology, ya habló de estos aspectos en las conferencias del Best of Belron 2022 de Barcelona, cuando analizó la importancia de la recalibración de los sensores ADAS del parabrisas y de la reparación de los paragolpes tras los cuales se encuentran los sensores de radar.

En concentraciones elevadas, los pigmentos de aluminio utilizados en las pinturas metálicas pueden reducir la transmisión de señales de radar y afectar al funcionamiento de los sistemas ADAS. Uno de cada cuatro coches nuevos lleva pintura metalizada y se espera que en 2025 el 85% de los coches nuevos equipe radar.

Se recomienda un espesor de pintura adecuado

Pintura y sistemas ADAS.

El problema surge cuando un coche con pintura metalizada sufre un accidente y el paragolpes que cubre el sensor de radar necesita ser pintado. Los fabricantes de coches han elaborado guías específicas de reparación que prohíben el uso de parachoques reacondicionados y de reparaciones con rellenos, cintas de refuerzo, grapas calientes o soldadura de plástico.

Asimismo se especifica minimizar el espesor total de la pintura metálica quitando la capa vieja dañada y aplicar nuevas capas con un espesor de pintura entre 0,15 y 0,30 milímetros.