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El Subaru Forester y su original solución para proteger a los ciclistas

La seguridad en las carreteras ha evolucionado significativamente desde los días en que los vehículos apenas ofrecían más protección que una estructura metálica y un cinturón de seguridad opcional. En este contexto, el Subaru Forester ha dado un paso adelante con la introducción de un nuevo airbag exterior especialmente diseñado para proteger a los ciclistas en caso de colisión, el cual debuta en el recientemente renovado modelo y solo para el mercado japonés.

Este desarrollo es una evolución directa de un sistema que Subaru ya había presentado en 2016. En aquel entonces, la firma japonesa incorporó airbags para peatones en varios de sus modelos, incluidos el Impreza, WRX, Legacy, Crosstrek y Levorg. Estos airbags se desplegaban desde la base del parabrisas, justo en la parte superior del capó, proporcionando una superficie más blanda en la que podría impactar la cabeza del peatón, reduciendo así la gravedad de posibles lesiones.

Sin embargo, a pesar de su utilidad, ese sistema no era igual de efectivo para los ciclistas. Esto se debe a que los ciclistas, por su propia posición más elevada respecto al suelo, no solían impactar en la misma zona que los peatones, quedando más expuestos al peligro de los pilares laterales del parabrisas, conocidos como pilares A, una de las estructuras más rígidas de un automóvil.

El nuevo airbag del Subaru Forester

Conscientes de esta limitación, los ingenieros de Subaru revisaron el diseño del airbag exterior, ampliando su cobertura para incluir los laterales del parabrisas. Esta modificación protege directamente el área crítica del pilar A, que en un choque podría causar lesiones graves a un ciclista. Además, se rediseñó el sistema de fijación del airbag para asegurar que se mantenga en su lugar tras el despliegue en el Subaru Forester, beneficiando tanto a ciclistas como a peatones.

La marca afirma que esta es la primera vez que se implementa un airbag de este tipo en un vehículo de producción, como el Subaru Forester, una afirmación que, hasta el momento, parece ser correcta. Aunque existen precedentes de airbags dirigidos a la protección de ciclistas, ninguno se ha integrado de esta manera en la estructura del automóvil.

Subaru Forester y su airbag para ciclistas.

Soluciones ‘portátiles’

Antes de esta innovación de Subaru, ya se habían desarrollado algunas alternativas portátiles para mejorar la seguridad de los ciclistas. Uno de los ejemplos más conocidos es el chaleco con airbag Helite B’Safe, que funciona con un mecanismo de inflado similar al de los salvavidas de emergencia de los aviones, aunque con un tiempo de respuesta considerablemente más rápido. Estos chalecos se activan automáticamente cuando detectan una caída o colisión inminente, y ofrecen una buena protección para el torso y cuello del ciclista.

A pesar de su potencial para salvar vidas, estos dispositivos no han logrado una adopción masiva, en parte debido a su costo elevado —que puede superar varios cientos de dólares— y a cuestiones de comodidad o estética que disuaden a algunos usuarios. Por eso resulta especialmente valioso que fabricantes de automóviles como Subaru estén buscando soluciones integradas que no dependan de la decisión individual del ciclista.

Cuidar a los ciclistas

A día de hoy, el airbag para ciclistas desarrollado por Subaru solo está disponible en el modelo Subaru Forester (primera prueba del modelo en España) lanzado recientemente en Japón, según avanzan nuestros compañeros de Carscoop. Aunque es un paso importante en la evolución de la seguridad vial, su disponibilidad limitada ha generado preguntas sobre su posible expansión a otros mercados. Se ha intentado contactar a Subaru USA para conocer si esta tecnología llegará a Norteamérica, pero por ahora no se ha recibido una respuesta oficial.

Mientras tanto, esta innovación representa un ejemplo del enfoque proactivo que algunos fabricantes están adoptando para hacer que las vías sean más seguras no solo para quienes conducen un vehículo, sino también para los usuarios más vulnerables del entorno vial, como peatones y ciclistas. En un mundo cada vez más consciente de la movilidad sostenible y de la convivencia segura entre diferentes formas de transporte, avances como este podrían marcar una gran diferencia.