Para 2035, todos los coches que Hyundai venda en Europa serán cero emisiones y la compañía será neutra en carbono en 2045. Unos objetivos ambiciosos que hacen que el fabricante explore nuevos terrenos en lo referente a movilidad eléctrica. Entre sus innovaciones figura, por ejemplo, un robot automático de carga (ACR, por sus siglas en inglés), que es capaz de recargar por sí solo la batería del coche eléctrico sin ninguna supervisión humana.
El robot es capaz de enchufar el cable al puerto de carga de un coche como el Hyundai Ioniq 6 y retirarlo una vez se ha completado la operación de recarga. El robot se comunica con el vehículo para abrir el puerto y calcula la ubicación de la toma y el ángulo exacto con el que tiene que introducir el conector gracias a una cámara montada en su interior. Cuando la carga se ha completado, retira el conector y cierra el puerto de carga.
La carga del coche eléctrico, más fácil y accesible para todos
Con este robot se consigue que el proceso de carga del coche sea más fácil y cómodo y también mejorará la carga en entornos oscuros y permitirá una mejor accesibilidad a los coches eléctricos a las personas con movilidad reducida para las que puede ser complicado bajarse del coche, acceder al cargador y manejar los pesados cables de carga.
Según el fabricante, otra de las ventajas del robot es que permitirá automatizar la recarga de los coches que vayan entrando y saliendo de las estaciones con múltiples puntos de carga sin que los conductores tengan que estar presentes. Por otro lado, se espera que en el futuro estos robots se combinen con sistemas de control de estacionamiento autónomo, de manera que se puedan ir recargando secuencialmente muchos coches estacionados.
El robot ACR se ha desarrollado en el laboratorio de Robótica del Grupo Hyundai, donde sus diseñadores han considerando variables como las ubicaciones de estacionamiento del vehículo y de los puntos de carga, la forma del puerto, el clima, los posibles obstáculos y el peso del cable de carga.
Para el diseño del robot se ha desarrollado un algoritmo que aplica tecnología de inteligencia artificial basada en cámaras 3D para que el robot pueda calcular simultáneamente estas múltiples variables. Además, dispone de sensores láser que le permiten de detectar obstáculos fijos y en movimiento, para evitar posibles accidentes.
Por otro lado, además de ser capaz de manejar peso de forma precisa, el ACR puede funcionar al aire libre en cualquier condición meteorológica y ha obtenido un grado de resistencia al agua y al polvo de IP65, que garantiza que es hermético.
De hecho, para probar su durabilidad y resistencia en el exterior, los ingenieros de Hyundai construyeron una réplica de una estación de recarga de coches eléctricos en la que evaluaron el rendimiento del robot en condiciones climatológicas diversas.
