Nissan da un paso decisivo hacia el futuro de la conducción autónoma. A comienzos de este mes, la compañía inició en el corazón de Tokio las demostraciones de su tecnología ProPILOT de próxima generación, un sistema que integra lo último en inteligencia artificial con sensores de alta precisión para desenvolverse en entornos urbanos complejos. El escenario elegido no fue casual: el tráfico denso y la diversidad de situaciones en la capital japonesa son el mejor laboratorio para probar la capacidad de este avance.
Los prototipos, desarrollados sobre la base del SUV eléctrico Nissan Ariya, sorprendieron por la fluidez y confianza con la que se desenvolvieron en calles repletas de peatones, ciclistas y vehículos. El secreto está en la combinación del software ‘Wayve AI Driver’ y la tecnología ‘Ground Truth Perception’ de Nissan, apoyada en un LiDAR de última generación.

Una suite tecnológica de vanguardia
La arquitectura del sistema refleja el compromiso de Nissan con la innovación. Cada vehículo prototipo cuenta con 11 cámaras, 5 radares y un sensor LiDAR de alto rendimiento, ubicados estratégicamente para ofrecer una visión integral del entorno. Esta red de percepción se encarga de recoger y procesar información en tiempo real, lo que permite al vehículo anticiparse a situaciones cambiantes.
El software de conducción autónoma, desarrollado por Wayve, se distingue por imitar la forma en que los seres humanos perciben y aprenden de su entorno. Más allá de reconocer objetos aislados, comprende el flujo completo de la escena y puede anticipar cómo evolucionará. Gracias a esta capacidad, el sistema ofrece una experiencia de conducción que se acerca a la intuición y la prudencia de un conductor experimentado.

Conducción más humana gracias a la IA
La clave de este desarrollo está en la inteligencia artificial. El Wayve AI Driver procesa con rapidez los datos de las cámaras a bordo, lo que permite responder de forma inmediata a situaciones repentinas: un peatón que cruza sin aviso, un ciclista que se desvía, o un semáforo que cambia. Esta velocidad de reacción, sumada a la capacidad de aprender de escenarios reales, garantiza un comportamiento seguro y natural.
«Lo que buscamos es que la experiencia de conducción se sienta tan fluida como la de un conductor humano experto», explican desde Nissan. El objetivo no es solo asistir al automovilista, sino también generar confianza entre todos los actores del tráfico urbano: peatones, ciclistas y otros conductores.

El aporte del LiDAR y la seguridad
Uno de los avances más destacados es la incorporación de un LiDAR de techo, pieza central de la tecnología Ground Truth Perception. A diferencia de las cámaras, este sensor es capaz de detectar objetos con gran precisión incluso de noche o a altas velocidades. Para Nissan, este elemento es esencial para garantizar la seguridad en entornos donde la visibilidad y el tiempo de reacción marcan la diferencia.
Evolución constante de ProPILOT
Desde su primera versión, lanzada con funciones limitadas a un solo carril en autopista (aquí más información), la tecnología ProPILOT ha ido escalando en complejidad. Con ProPILOT 2.0, Nissan introdujo la asistencia multicarril, ampliando la confianza de los usuarios en carretera. Ahora, con esta nueva generación, el reto es conquistar las calles urbanas, donde las variables son infinitamente mayores.

Para Eiichi Akashi, director de Tecnología de Nissan, el salto cualitativo es evidente: «Nuestro sistema ProPILOT 2.0 ha tenido una excelente acogida, pero la próxima generación incorporará funciones más innovadoras, adaptándose a condiciones urbanas complejas y transmitiendo la sensación de tener a un conductor humano al volante», señala.
Camino hacia la movilidad del futuro
El proyecto no se limita a la innovación tecnológica: forma parte de la estrategia global de Nissan para liderar la movilidad del futuro. Una movilidad que será más limpia, eficiente y segura, en línea con los compromisos de sostenibilidad y competitividad de la marca.

El calendario ya está marcado: a partir del año fiscal 2027, los primeros modelos de producción equipados con este sistema llegarán al mercado japonés. Tokio ha sido solo el punto de partida de un camino que podría redefinir la manera en que entendemos la conducción en las ciudades.
Con esta apuesta, la marca japonesa no solo da un paso más en la carrera tecnológica, sino que también envía un mensaje claro: el futuro de la movilidad no está en reemplazar al conductor, sino en ofrecerle la asistencia de un copiloto digital capaz de pensar y reaccionar como un ser humano, pero con la precisión de una máquina.