La economía circular se ha convertido en una de las principales prioridades en el sector del automóvil en los últimos tiempos; pero para algunas marcas es una tendencia que tiene ya décados de existencia. Es el caso del Grupo BMW y su Centro de Reciclaje y Desmontaje (RDC), que a lo largo de tres décadas, ha desarrollado e innovado en el desarrollo de procesos que no solo benefician al medio ambiente, sino que también ofrecen ventajas económicas significativas.
Desde su fundación en 1994, el RDC del Grupo BMW ha sido pionero en el reciclaje de vehículos al final de su vida útil. Con un enfoque en el reciclaje eficiente de materiales como acero, aluminio, cobre, vidrio y plásticos, el grupo ha establecido un modelo que otros en la industria están comenzando a seguir. Cada año, el RDC recicla varios miles de vehículos, la mayoría de los cuales son prototipos que no se pueden comercializar.
Pero además, el RDC no es solo un lugar para el reciclaje; se ha convertido en un verdadero centro pionero y del que aprender en el sector. La experiencia adquirida aquí se comparte globalmente para promover la economía circular, influenciando incluso el diseño de nuevos productos. Esto significa que cada vehículo nuevo de BMW se concibe teniendo en cuenta su reciclabilidad desde el primer momento teniendo siempre en cuenta la experiencia de estos 30 años en este centro, uno más de los proyectos innovadores de la marca alemana.
Todo lo que se puede reutilizar se reutiliza
En el RBC, el proceso de reciclaje comienza con la liberación controlada de los sistemas de retención y el drenaje de todos los fluidos del vehículo. La eliminación de estos componentes no solo es crucial para el medio ambiente, sino que también debe hacerse bajo unas estrictas reglas de seguridad para los trabajadores.
El objetivo inicial es identificar componentes reutilizables. Los componentes funcionales, que se encuentran en condiciones perfectas, son recuperados y vendidos a concesionarios autorizados. Durante esta fase de desmontaje de toda la parte mecánica, se extraen materiales valiosos como el cobre, utilizado en toda la parte eléctrica del coche.
Los residuos metálicos son triturables y valiosos; por ejemplo, los metales utilizados en componentes del tren motriz generan ingresos considerables. La extracción del catalizador también es económicamente viable gracias a los metales preciosos que contiene.
BMW, comprometido con la economía circular
El Grupo BMW está comprometido desde hace años con la economía circular y no solo desarrolla procesos propios; también participa en proyectos de investigación externos, como el consorcio Car2Car, con el objetivo de desarrollar procesos de reciclaje innovadores. Este proyecto, que cuenta con el apoyo del gobierno alemán, utiliza vehículos al final de su vida útil para investigar cómo maximizar la reutilización de materiales en la fabricación de nuevos automóviles.
El grupo ha tomado un papel de liderazgo en este consorcio, colaborando con miembros de la industria del reciclaje, empresas de procesamiento de materias primas y académicos. La revisión a medio plazo del proyecto ha mostrado avances notables en la evaluación de los impactos económicos y medioambientales de diferentes procesos de reciclaje. Este intercambio de conocimiento ha llevado a la creación de procesos de desmontaje semi-automatizados, lo que facilitará la separación rentable de materiales reciclables.
El conocimiento adquirido en el RDC sobre la reciclabilidad de componentes y materiales se integra en el desarrollo de productos del Grupo BMW. Al aplicar los principios de Re:Think, Re:Duce, Re:Use y Re:Cycle, la empresa se asegura de que sus vehículos puedan servir como fuente de materia prima tras su vida útil, que en Alemania promedia los 21 años.
Un aspecto clave en esta estrategia es el uso de materiales mono en lugar de compuestos, ya que son más fáciles de reciclar debido a su pureza. Además, con la creciente popularidad de la electromovilidad, el reciclaje de baterías de alto voltaje ha adquirido una prioridad adicional para el RDC. Durante años, el centro ha trabajado en colaboración con la industria para desarrollar métodos innovadores para el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos (BEV).
Avanzando hacia la circularidad
El centro de reciclaje ha apoyado de manera constante el desarrollo de nuevos modelos, materiales y tecnologías dentro de la industria del automóvil. En esta nueva era de la electromovilidad, el RDC está ampliando su papel como centro de excelencia, recopilando conocimientos sobre el reúso de recursos valiosos y compartiéndolos con la industria del reciclaje.
Lo que para algunos fabricantes es una tendencia de ahora mismo, en el grupo alemán ya tiene 30 años de vida. Y va a más.