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Ford y Opel apuestan por la tracción delantera

Cuando la mayoría de los fabricantes se mantenían por debajo de los 300 CV en sus compactos más deportivos de tracción delantera (e incluso 4×4), Ford ya se atrevió hasta los 305 CV en la anterior generación Focus con el RS 2.5 T de motor 5 cilindros y, sobre todo, con el RS500 350 CV de serie limitada. Ahora, la marca del óvalo vuelve a la carga con el nuevo Focus, y ya prepara un hermano mayor para el actual ST 2.0 EcoBoost de 250 CV.

-Ford Focus RS 2.3 EcoBoost.

La receta del futuro Focus 'todo delante' más radical cambia parcialmente. Si para transmitir la potencia al asfalto se adoptarán soluciones similares a las de la generación anterior, como el diferencial autoblocante mecánico Quaife y el tren delantero RevoKnuckle, el motor será otra historia. Anteriormente se utilizaba el 5 cilindros de origen Volvo, que ahora será sustituido por el 4 cilindros EcoBoost de 2,3 litros.

El futuro Focus RS será realidad gracias al… Ford Mustang. De éste adoptará precisamente ese 4 cilindros EcoBoost, tan sofisticado en sus soluciones internas como para desarrollar con total fiabilidad una potencia de 330 CV. Diseñado tanto para ser utilizado en posición longitudinal (Mustang) como transversal (Focus), la gran tirada prevista sobre el Mustang permitirá al Focus RS acceder a un motor en vías de amortización cuando se lance en 2016. Dinámicamente hablando, el futuro Focus RS deberá superar a su antecesor sobre todo por la mayor ligereza de su motor y los avances en cuestiones de puesta a punto del chasis.

-Opel Astra OPC Extreme.

Como sucede con otros fabricantes, la versión más deportiva del Focus servirá asimismo para dar un empujón al final de carrera del actual modelo. Algo similar ocurrirá con el Opel Astra OPC Extreme. Presentado como concepto en el Salón de Ginebra de 2014, aparecerá en 2015 como último refresco para la imagen del Astra antes de que aparezca su sucesor.

El Astra OPC Extreme difiere bastante del Focus RS. Mientras que éste conserva la practicidad de sus hermanos de gama, el Astra es prácticamente un coche de carreras para ser utilizado en carreteras abiertas al tráfico. Basado en los coches de competición de la alemana Copa Astra, renuncia incluso a los asientos posteriores. Lleva frenos de circuito con discos taladrados, delante de 370 mm de diámetro y pinzas de 6 pistones; pesa 100 kg menos de peso, entre otras cosas gracias a su techo de fibra de carbono en vez de acero; y su potencia será también de 330 CV, frente a los 280 CV del Astra OPC 'a secas', y los 300 CV del Astra Cup. Un diferencial autoblocante mecánico tendrá la compleja tarea de transmitir toda la fuerza del motor hasta el suelo. El Astra OPC Extreme se fabricará en serie limitada, hasta un máximo de entre 50 y 300 unidades.

Ford Focus RS y Astra OPC Extreme tendrán frente a ellos a modelos tan competitivos como el futuro Honda Civic Type-R de 300 CV y los últimos laureados del Circuito de Nürbugring, Seat León Cupra 285 CV Pack Performance o Renault Mégane RS 275 Trophy-R.