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Ford va a tener su propio Autopilot como Tesla en dos años

En apenas dos años, Ford podría tener listo un sistema de conducción totalmente autónoma que permitirá a los usuarios apartar los ojos de la carretera o las manos del volante, según ha desvelado el consejero delegado de la firma del óvalo azul, Jim Farley.

«Estamos muy cerca», es lo que ha dejado caer el primer ejecutivo de la firma originaria de Detroit, asegurando que están ya trabajando en un «prototipo» que todavía tienen que conseguir que sea rentable, algo que conseguirán en menos de dos años, según las declaraciones realizadas por Farley a ‘Bloomberg’ y recogidas por Europa Press.

Farley cree que Ford puede progresar lo bastante rápido como para ofrecer esta función en 2026, lo que podría convertirla en la primera marca de coches tradicional en ofrecer lo que los ingenieros automovilísticos denominan autonomía de Nivel 3. En ese nivel, el coche toma el control del vehículo y asume la tarea de conducir en determinadas condiciones, lo que permite al conductor desviar su atención a otras tareas.

En dos años Ford tendrá un sistema de conducción autónoma de Nivel 3

Ford BlueCruise

Ford y otros fabricantes de automóviles estadounidenses, como General Motors, ya ofrecen sistemas de conducción semiautónoma que permiten a los usuarios apartar las manos del volante, aunque emplean dispositivos de seguimiento ocular para asegurarse de que el conductor sigue concentrado en la carretera.

El sistema de Ford, bautizado como BlueCruise, está siendo investigado por las autoridades estadounidenses tras verse implicado en varios accidentales mortales, igual que las tecnologías de Tesla, por los problemas derivados de sus sistemas semiautónomos. El sistema se vendería bajo un servicio de suscripción a los usuarios con los que contrarrestar los vaivenes del negocio puro de ventas de automóviles.

Asímismo, las declaraciones de Farley llegan menos de dos años después de que la firma del óvalo azul cerrara su filial de conducción autónoma, Argo AI, por considerar que la conducción autónoma de los vehículos era todavía una quimera.