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Ford Almussafes tiene 'escuchadores de motores'

Cada vez más vivimos en un mundo más tecnológico, rodeados de lo último a todos los niveles y prácticamente dominado por la electrónica. Sin embargo hay disciplinas que las máquinas, por muy avanzadas que sean, nunca llegarán a dominar como lo hace el sentido humano. Entre ellas encontramos la cata de vinos o la capacidad para afinar un piano.

¿Y si a estas dos habilidades sumamos el detectar si un propulsor funciona a la perfección?

Escuchan unos 2.000 motores al día

Eso es lo que hace Ford para saber si sus sofisticados propulsores EcoBoost funcionan como un reloj, por lo menos los que se fabrican en la factoria que la firma del óvalo tiene en Almussafes, Valencia. Estos motores son los que posteriormente se instalan bajo el capó de los Ford Mondeo, Galaxy, S-Max, Focus ST y sobre todo, el radical Ford Focus RS.

Para preparar a este avanzado equipo de «escuchadores de motores» que trabajan en la factoría de Valencia, primero han de superar una serie de pruebas tras varios meses de duro trabajo, precisamente escuchando motores. Durante todo este tiempo, cada uno de ellos aprende a diferenciar sonidos, vibraciones o repiqueteos que pudiera tener cada motor y que para cualquiera de los mortales sería imperceptible. De esta manera se pueden percibir mínimos problemas que el propulsor pudiera tener en algún engranaje, piñón o incluso en el propio sistema de refrigeración.

En caso de detectarse el problema, ese propulsor sale de la cadena de montaje de inmediato y se trabaja para subsanar el problema que se ha detectado.

En la planta de motores que Ford tiene en Almussafes encontramos un total de 18 cabinas perfectamente insonorizadas. Todos los propulsores EcoBoost entran en dicha sala y uno de los «escuchadores de motores» lo analiza durante un minuto. Al cabo de un día este cualificado equipo es capaz de escuchar unos 2.000 propulsores en busca de posibles anomalías, para que cada uno de estos motores tenga asegurada una amplia vida útil.