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Audi: cuando el automóvil aprende a pensar

Hay un dato demoledor: el 90 por ciento de las innovaciones actuales en el mundo del automóvil tienen que ver con la electrónica. En un vehículo moderno el conductor busca diseño, pero también seguridad, confort, dinámica, habitabilidad… y, en los últimos años, exige conectividad. Ya no podemos vivir sin nuestro smartphone y no queremos renunciar a sus prestaciones; por eso el coche se convertirá en una especie de plataforma digitalizada que nos brindará nuevas y apasionantes posibilidades, muchas de ellas enfocadas hacia la conducción autónoma.

Audi es una de las marcas pioneras en el campo de la inteligencia en red. Sus primeros servicios en cuanto a información digital se refiere los ofreció en 2009. Desde entonces la carrera está siendo frenética y el futuro, en apenas unos meses, revolucionará campos como el infoentretenimiento, pero también la seguridad, la eficiencia o el confort.

Desde hace tiempo desde nuestro vehículo podemos buscar puntos de interés, noticias, información del tráfico en tiempo real, dar órdenes por voz o conectar el teléfono con el auto, por poner algunos ejemplos. Esto es sólo la punta de iceberg de lo que Audi tiene preparado en el campo de la digitalización. El siguiente paso pasa por conectar los coches entre sí y con las infraestructuras gracias al almacenamiento de datos en la nube y poder compartirlos entre los distintos usuarios de la vía.

Car-to-x

Ya no se trata de disfrutar de Internet, avisar a los servicios de emergencia o asistencia en caso de necesidad o conocer el estado del vehículo desde el teléfono… La etapa siguiente contempla, antes de que concluya 2016, nuevos servicios, como el Car-to-x en su oferta Audi connect. De esta manera los modelos Audi estarán interconectados y podrán cambiar información en tiempo real. Los primeros pasos se enfocarán hacia la información sobre la señalización del tráfico o incidentes, y algo más tarde la red permitirá reconocer plazas libres de aparcamiento. Lo comprobamos en una curiosa demostración con vehículos a escala 1:8 dotados de cámaras y sensores, coches que 'ven', piensan y actúan por sí mismos. Así, los conductores conocerán, por ejemplo, los peligros en la carretera o podrán pasar en verde todos los semáforos de una avenida para ganar tiempo y ser más eficientes.

Audi lleva un año recogiendo información de 70 vehículos que han circulado por toda Europa. Los datos sobre velocidad, consumo, utilización de asistentes, recorridos, tipo de conducción, emisoras de radio favoritas (hasta 850 señales) se envían a un servidor de manera anónima. Con esto se pretende que los futuros modelos de la marca sean más eficaces o dinámicos, pero también más ergonómicos, porque se sabe qué mandos o funciones se utilizan más a menudo, ubicándose los instrumentos en sitios más fáciles de utilizar por el conductor.

La conducción autónoma quizás esté más cerca de lo que pensamos. Para ello los vehículos deberán navegar con un precisión al milímetro. Audi, junto a BMW y Mercedes, se unió al consorcio HERE para crear mapas digitales tridimensionales y dinámicos, actualizados al milisegundo con información de los propios vehículos, conectados a modo de enjambre.

Otro interesante proyecto de la marca alemana es el asistente personal inteligente denominado PIA. Este sistema reacciona a los hábitos diarios del conductor y cuanto más tiempo pasa y se utiliza, el vehículo más aprende, con el fin de adaptarse al usuario. De esta manera la pantalla del salpicadero se irá configurando con el paso de los días a los gustos de su 'dueño', por sí misma, facilitando de una manera más intuitiva las órdenes rutinarias que más se utilizan. El PIA aprende, por lo tanto, de los hábitos del usuario.

Realidad virtual

Audi también apuesta firmemente por la simulación de alta tecnología gracias a la realidad virtual. Varias son las aplicaciones en este sentido, como tuvimos ocasión de comprobar en primera persona. La primera estación se denomina Virtual Training Car y en ella una 'simple' plataforma de asfalto se convierte en una ciudad, con edificios, peatones y semáforos gracias a un complejo sistema digitalizado y al visor VR (gafas virtuales). Con esta tecnología se puede comprobar de una manera precisa asistentes como el audi pre sense city, elemento que avisa, primero, y es capaz de detener el automóvil de manera automática para evitar una colisión o un atropello. Esta experiencia permite conocer de primera mano este elemento de seguridad (se podrían configurar muchos más) con el fin de que los vendedores puedan transmitir con autenticidad las ventajas del sistema, y no de manera teórica como ocurre hasta ahora.

Otra aplicación es el Audi VR experience, que abre nuevas posibilidades para explorar y configurar el vehículo en el concesionario, tecnología a años luz de un 'simple' configurador en Internet. Así se puede conocer al detalle el vehículo con todas sus posibilidades de equipamiento y personalización, incluido el sonido del motor, gracias al visor VR. Esta aplicación estará disponible en los concesionarios a finales de año si se desea.

También pudimos conocer los beneficios del Virtual Engineering Terminal, una mesa virtual en la que se puede comprobar cómo funcionan asistentes como el de conducción en atascos, el Audi park assist, el de predicción de la eficiencia en ruta, los faros Matrix Led… y desarrollar otros que estarán disponibles en breve, como un asistente de cruces, que reconoce vehículos que se aproximan por ambos lados aunque no los veamos, o el de circulación por zonas de obras, que reconoce las líneas amarillas en el piso y activa unas luces frontales que marcan la anchura del vehículo sobre la calzada para orientarnos mejor.

Muchas de estas tecnologías estarán disponibles a la vuelta de la esquina. El futuro está conectado y Audi es uno de los fabricantes más avanzados en este sentido. Estamos deseando ver el nuevo A8, modelo que portará gran parte de esta avalancha digital…